martes, 28 de septiembre de 2021

La Extinción

¿Tengo miedo a crecer? 
Sí. 


La experiencia más cercana a la muerte es la traición a uno mismo, ¿qué viene con la decepción al prójimo? La extinción. Lo siento en el fondo. Por qué darle la vuelta. Me piden al oído, en repetidas ocasiones, más tiempo para hacer las cosas bien. No, Noel y Liam, eso ya no tengo. Se terminó. He pedido su estancia y no sucederá, contrario a su madre, el reloj de arena se agotó para mi. Desafortunadamente estoy aquí para verla caer, no para escucharla, comprenderla, corresponderla, amarla, sólo vine a causar dolor, a ella, a mi familia, a mis cercanos. ¿Nunca tocaron fondo? ¿Cómo pueden vivir el uno sin el otro? Ya no quiero.

He comprendido el lenguaje visual mejor que el verbal, entiendo mejor su comunicación a la verbal, a leguas un grupo de letras mudas a mi raciocinio, por no decir inhumanidad. Los castigos en vida son peor que convertirse en cenizas o vivir bajo tierra, es el limbo para el desalmado. Desde ahí los saludo. No queda de otra que cambiar sea cual sea el costo, el mío será alto, muy alto, situación de la que viviré arrepentido el resto de mis días en la tierra. 

"El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni enmendarla en sus vidas posteriores".

Antes de mí, estoy seguro que muchos han advertido del peligro de la traición y, henos aquí, no hacemos caso. Paso a ser uno más de la estadística, estimados extraños del presente y del futuro. Son tiempos de incertidumbre, perdición y sombra, no caigan en los errores del hombre del 2021. Progresar nos mantendrá en la tierra, retroceder nos hará sonámbulos. El alma existe y cuando te abandona, duele

Hasta nunca, Jorge

Expiación.




sábado, 30 de mayo de 2020

Ocho años después...

...recordé que tenía un blog. Me hacía mucha ilusión darme a conocer como periodista deportivo o musical y lo logré. Tristeza me da el no darle continuidad a este espacio de egolatría y documentación, pues me gustaría ver cuánto he crecido como persona y como profesional. Tuvo que caer una pandemia en el mundo para adentrarme mucho más en mis recuerdos, ahora llevo dos meses y medio en "cuarentena", aguardando una "nueva normalidad" aparentemente falsa y difusa. Vivo con la ilusión de ver una humanidad más consciente; sin embargo, se complica mucho más al existir actos atroces como el del policía en Minneapolis que asfixió con su rodilla a un negro.
Estamos en la era del covid-19 y el "I can't breath".
No caigan en estos errores en el futuro, si es que alguna vez encuentran esto.

Jorge.
2020

viernes, 11 de mayo de 2012

Sir Paul McCartney Estadio Azteca 2012

By Rebelcore

Sir Paul iniciando el "Viaje Magico y Misterioso"
Sir Paul McCartney emprendió un "misterioso viaje místico", al cual más de 60 mil Beatlemaniacos se sumergieron durante 180 minutos frente a un escenario de un Estadio Azteca, que se rindió a los pies de una de las leyendas vivientes de la música.

El ambiente era insuperable, pues previo al concierto todo el público desfiló por los pasillos y a las afueras del recinto de Calzada de Tlalpan, donde el concreto recibió la marcha de decenas de "Sargentos Pimienta" y de familias que acudieron a presenciar el espectáculo del ídolo de Liverpool.

Allí, para escuchar los clásicos de la década de los 60, en la que The Beatles resultó un fenómeno, no había limite generacional, pues había desde pequeños, jóvenes, padres y abuelos con las ansias de escuchar un legado que durará hasta el fin de los tiempos.

Pese a la amenaza de lluvia, todos tomaron su lugar en el Coloso de Santa Ursula que anoche abandonó el césped, las redes y las líneas de cal por un imponente escenario con cinco pantallas que proyectaron imágenes y símbolos alusivos al cuarteto de Liverpool y a The Wings, donde Macca fue el líder durante 11 años.

La cita era a las 21:00 horas; sin embargo, los minutos avanzaron y el interprete no pisaba el escenario del Azteca, así que la gente mató el tiempo cimbrando el concreto con los pies, mientras la ola levantaba a todos los espectadores en sus asientos de derecha a izquierda y viceversa.

De la nada, las luces se fundieron y tras el entarimado desfilaron los músicos acompañados del caballero real de Gran Bretaña, quien lució elegante con un saco color azul marino, pantalón negro, zapatos, camisa blanca y un par de tirantes, un clásico vestuario para un mítico músico.

De esta forma, "Magical mistery tour" abrió el libro de los recuerdos que remontaban a 1967, año en el que se lanzó la obra maestra "Sgt. pepper´s lonely hearts club band", seguido de "Junior´s farm", tema perteneciente a su etapa con The Wings.

Tras el despegue, Sir Paul saludó a sus fans con un imponente "Buenas noches México", para seguir entregando amor a su público mexicano con "All my loving", una pieza inolvidable compuesta por Macca junto a John Lennon en 1963 y que hizo explotar las voces del Coloso.

El intenso escándalo sorprendió al británico, quien se quedó un minuto presenciando la locura que su visita desató. "Los chilangos son maravillosos", dijo tras entonar "Jet", "Sing the changes" y "The night before", que sonó por primera vez anoche en el Distrito Federal.

El calor sofocó a Sir Paul, así que se despojó del saco, presumió sus tirantes y continuó el viaje sesentero con "Let me roll it" y el cover de Jimmi Hendrix, "Foxy lady", que exhibió el potencial instrumental de toda la banda, incluido el ex Beatle, quien acarició con amor cada cuerda de la guitarra.

"Esta guitarra la use en la grabación original de los 60", explicó el astro británico antes de interpretar "Paperback writer", seguido de "The long & winding road", ambos éxitos creados por él, John, George y Ringo, en los cuales Macca enseño su maestría frente al piano.

El momento romántico llegó con "My valentine" y "Maybe i´m amazed", escritas y dedicadas respectivamente para su esposa Nancy y ex pareja Lynda, quien murió en 1998, víctima del cáncer y cuyas letras fueron recibidas con nostalgia y romanticismo por los fans mexicanos.

Retomó la guitarra acústica para continuar los recuerdos para The Beatles con "I´m looking through you", "And i love her" y "Blackbird", letras que llenaron de nostalgia a todas las generaciones reunidas en el concreto del recinto.

"Son a toda madre", gritó una y otra vez McCartney, quien entregó un tributo a John Lennon con "Here today", la cual invocó la presencia e ideología del fallecido astro, además de reverenciar su legado al cantar una adaptación en voz de Macca de "Give peace a chance".

Los tributos continuaron y George Harrison también estuvo presente con la interpretación de "Something", en la que Paul recordó como él y Harrison cantaban la pieza acompañados de una mandolina, cuyas notas se conjugaron con las fotos del otro fallecido astro de Liverpool.

Su momento glorioso con The Wings no estuvo ausente, pues "Hope of deliverance" se estrenó ante los 60 mil espectadores, mientras que "Mr. Vanderbilt" recorrió con el coro todos los rincones del estadio que fueron sacudidos por todas las voces.

Los encendedores brindaron una atmósfera intima a la que el músico no pudo resistirse, así que para prender más fuego en los corazones cantó "Every night", una pieza que sólo dio paso a uno de tres frenasis.

"Band on the run", "Ob-la-di, Ob-la-da" y "Back in the USSR", "Let it be" y "Live and let die", que dio paso a una explosión de fuegos artificiales que magnificaron la presencia real de Sir Paul frente a sus vasallos mexicanos, que soñaron durante toda la interpretación.

"Hey jude" convirtió al Coloso en un monstruo de 60 mil cabezas que corearon el inolvidable "Na,na,na", cuyo estruendo dirigió gustoso el ex Beatle, para seguir sorprendiendo del amor que le tienen sus seguidores mexicanos. Un momento emotivo terminó, pero dio paso a un final de ensueño.

Tras una ligera pausa, McCartney regresó al escenario agitando una enorme bandera de México y de su país, para cerrar una segunda despedida con "Lady Madonna", "Day tripper" y "Get back", canciones con las cuales él y la banda se rindieron a los pies de una ciudad fiel a su legado.

No conforme Sir Paul McCartney regresó para terminar la magia con "Yesterday", "I saw her standing there", "Carry that weight" y "The end", un final soñado, esperado y que reafirmó su éxito que difícilmente será olvidado en el resto de los tiempos.

"Hasta la próxima", prometió el caballero, para después desaparecer del escenario, no sin antes hacer historia con su mágico viaje que repetirá mañana ante más de 200 mil fanáticos esperados en la plancha del Zócalo.

Sir Paul McCartney en Zócalo 2012

By Rebelcore

Sir Paul McCartney entregado "todo su amor" a México
Sir Paul McCartney hizo historia con tres horas de legado musical que se plasmaron en los cimientos del Zócalo de la capital, donde el británico volvió a repetir la hazaña y cantó para más de 200 mil personas reunidas, entre ellas las madres que recibieron un regalo inolvidable.

Antes de que el telón fuera abierto por un DJ, la gente lanzó rechiflas al ver la aparición de una manta en apoyo a Enrique Peña Nieto, sin embargo, el músico a cargo de la apertura calmó a la multitud con un remix instrumental de "Hey Jude" y "Come together". Así, aparecieron banderas, mantas y cartulinas que se elevaron a la par de miles de palmadas por los asistentes.

Fue una noche histórica que los capitalinos, foráneos y extranjeros no podían perderse, pues tener la dicha de presenciar un recital gratuito de una leyenda viviente de la música, que no ocurre muy a menudo en el mundo y menos en suelo constitucional.

Con una mar de gente y las arterias vitales del Centro Histórico infestadas por románticos de la década de los 60, el británico saltó al escenario junto a su banda y su mirada denotó sorpresa, alegría y adrenalina que seria recompensada durante los próximos minutos.

"Hola D.F, estamos contentos de estar aquí en el día de las madres", dijo el astro de Liverpool, quien nunca imaginó sentir el amor de la Urbe de Hierro y al descubrirlo lo retribuyó con los acordes de "Hello goodbye", "Junior's farm" y siguió el festejo con "All my loving".

Ataviado con un elegante saco rojo siguió la celebración para escribir la historia con "Jet", además de invitar a todo México en su carro con "Drive my car", un tema que detonó el motor del público y que se apagó hasta entrada la medianoche.

La cara de Paul lo mostró todo, pues nunca imaginó dejar su huella en la plaza cívica mexicana, pero se dijo estar "emocionado junto a ustedes en este concierto gratuito". Después siguió con "The night before", canción con la cual se despojó de su saco para lucir una camisa rosa con un par de tirantes negros.

La hazaña del Coloso de Santa Ursula la repitió al interpretar "Let me roll it" y "Paperback writer", donde volvió a presumir orgullosamente la guitarra original para grabar el tema en la década de 1960, junto a John, George y Ringo; posteriormente, hizo lo propio al recordar su época con The Wings al cantar "1985".

Con "My valentine" impuso un romance y un sentimiento que no se olvidará, pues estuvo acompañado por una magnifica ejecución del piano por parte de Macca, quien escribió el tema para su esposa Nancy.

Al mismo tiempo se proyectó el video protagonizado por Natalie Portman y Johnny Depp; asimismo recordó a su fallecida esposa Linda con "Maybe i'm amazed".

Seguramente Sir Paul nunca olvida un rostro y para demostrar que se llevará en su corazón a cada mexicano reunido interpretó con su guitarra acústica "I've just seen a face", una joya sorpresiva que detonó un mar de nostalgia en los verdaderos fans.

?Esta la quiero dedicar a las mamacitas", dijo antes de cantar "Hope of deliverance" y "And i love her", la cual seguro llegó al corazón de su esposa Nancy, quien presenció el concierto desde la carpa central instalada frente al asta bandera.

"Blackbird" iluminó una noche insuperable en la capital y dio paso al tributo que el británico hace a su "gran amigo" John Lennon, "Here today", con la cual el espíritu del legendario Beatle bajó del cielo para sumarse al momento histórico y conversar con su fiel amigo McCartney.

Los músicos también tuvieron su momento y el del baterista Abe Laboriel Jr., llegó con "Dance tonight", en la que bailó simpáticamente y le robó por segundos el "show" a su patrón, quien lo reconoció para después encender la plancha del Zócalo con miles de encendedores al ritmo de "Every night".

La continuación fue épica, pues con "Mr. Vanderbilt" puso a saltar de manera impresionante a los más de 200 mil almas reunidas, después entonó "Eleanor Rigby" y finalmente recordó a su "hermanito" George Harrison, con "Something". En ese momento, en la pantalla central se mostró una foto del fallecido Beatle, a quien Paul envió un abrazo fraternal hasta donde quiera que esté.
"Ob-da-li, ob-da-la", acompañado de 14 mariachis


La banda corrió tal y como lo dijo Sir Paul al entonar "Band on the run", para después mostrarse enamorado totalmente de México: "Ob-da-li, Ob-da-la", que fue interpretada por el británico al lado de 14 mariachis para ponerle el sabor local a la gran noche del Zócalo.

Las madres y los cumpleañeros jamás imaginaron tener una celebración al ritmo de "Birthday", sin embargo, anoche sonó y esa será una anécdota invaluable, pues la leyenda sesentera les festejó en vivo y en directo, casi al oído: "Feliz cumpleaños" grito McCartney al finalizar.

"A day in the life", además de demostrar la maravilla de la letra se combinó con "Give peace a chance", lo que demostró un pueblo necesitado de paz y tranquilidad, lejos de la guerra y la violencia, una oportunidad que la gente gritó junto a McCartney.

"Let it be", instaló al ex líder de The Wings en el piano, con el que hipnotizó a los fans, quienes siguieron en pie para presenciar "Live and let die", que a la mitad de canción iluminó la Urbe de Hierro con una explosión impresionante de fuegos artificiales.

Pero sin duda el momento más emotivo llegó cuando Paul McCartney se sentó en su piano y tocó "Hey Jude", donde más de 200 mil voces se unieron para gritar el coro "Na,na,na, Hey Jude", donde la nostalgia y emoción provocó lágrimas y la primer despedida triunfal del interprete.

Sin embargo aun había más, tras volver cargando el estandarte mexicano y el británico siguió la velada con "Lady Madonna", "Day tripper" y "Get back", con la cual volvió a desaparecer del escenario junto a su banda.

Pero el cierre, igual que las constantes palabras del ex Beatle hacia su público: "fue a toda madre", pues "Yesterday" quebró emocionalmente al público, que fue testigo de un legendario cierre con "Helter skelter", "Golden slumbers", "Carry that weight" y "The end".

Así, a las 24:00 horas, Sir Paul se rindió ante las 200 mil almas reunidas y abandonó el escenario, donde su estrella, su presencia y su legado brillará por siempre, hasta el fin de los tiempos, pues todos recordarán el 10 de mayo porque un Beatle cantó para México y sus madres: "Gracias, Sir Paul", dijeron los afortunados.

*FOTOS: TONI FRANÇOIS

martes, 1 de mayo de 2012

Volbeat México 2012

Michael Poulsen destruyenda la guitarra
 By: Rebelcore

Los daneses de Volbeat electrizaron esta noche la ciudad y lanzaron un grito de guerra, al que respondieron más de mil guerreros que "aniquilaron" la duela del nuevo auditorio Blackberry.

Para ellos la primera vez que se presentaban en México era especial, por lo cual descargaron toda su potencia instrumental y la magnificencia vocal de Michael Poulsen sobre el público, que respondió con el puño en el aire y potentes "headbangers" que hicieron cimbrar la noche.

El aviso lo impuso "Born to raise hell", de Mötorhead, que aunque no presentó al legendario Lemmy Kilmister en el escenario, fue una introducción memorable para el cuarteto de Copenhague, que ha confesado tener entre sus influencias a ese grupo británico.

Uno a uno fueron pisando el escenario: Thomas Bredahl a la guitarra, Anders Kjolhom empuñó su bajo, Jon Larsen tomó las baquetas y Poulsen encabezó la locura desde sus cuerdas vocales, con "A warrior´s call" y "Guitar gángsters & Cadillac blood".

"Radio girl" fue una de las canciones que no podían faltar esta noche, por lo que una parte del público se lanzó con todo en un "mosh pit", algunos azotaron su cabellera, mientras un padre alzaba a su hijo por los aires para iniciarlo en el camino del rock.

Tras un potente inicio, la banda continuó con el esperado tributo a Johnny Cash en notas de "Sad man´s tongue", la cual incorpora música del tema "Folsom prison blues"; posteriormente la furia continuó con "Hallelujah goat".

El sudor escurrió por la cabellera del vocalista, sin embargo un peine resolvió el problema y continuó con "Mary Ann´s place" y "Who they are", que contó con la interpretación del coro de "Ace of spades", de Motörhead, seguida de "Fallen", dedicada al padre del bajista.

Cargados con la potencia del metal, conjugada con ritmos del rock and roll y rockabilly, Volbeat continuó el espectáculo con "Caroline living", "Heaven nor hell", "16 dollars", "We" y "River queen", no sin antes tocar un fragmento de "I dissapear", de Metallica.

Asimismo se hizo presente en el repertorio "Another day, another way", "The mirror and the ripper" y el "cover" de los Misfits "Angelfuck", una pieza de euforia que sirvió para despedir al cuarteto del escenario.

Sin embargo aún había Volbeat para más: "The human instrument" fue el regreso triunfal de la banda, quien ensordeció a los fanáticos con "I only wanna be with you", tema original de Dusty Springfield y cuya adaptación al español es interpretada por Luis Miguel.

Para cerrar con fuerza la noche, los daneses descargaron su poder instrumental con "Pool of booze, booze, booza" y "Still counting", las cuales intermediaron los acordes de "Raining blood", de Slayer, y de la canción de "Terminator", que fulminó el interior del recinto, a donde Volbeat prometió regresar muy pronto.


sábado, 28 de abril de 2012

Roger Waters The Wall Live México 2012

By: Rebelcore
Roger Waters formó un muro de vigilancia en el Foro Sol
Roger Waters levantó un muro llenó de sueños e ilusiones del cual fueron parte más de 50 mil fanáticos que se reunieron en la fantástica caja del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde la música construyó una nueva dimensión.

Por más de 120 minutos la Urbe de Hierro se convirtió en un corazón pacífico, en contra de la guerra, las injusticias y la crueldad del ser humano, todo encabezado por el ex integrante de Pink Floyd, quien, con el puño al aire, lanzó un certero mensaje a las autoridades mundiales.

"The Wall Live" demostró el poder que tiene la música para hacer que la mente deje el cuerpo y materialice todas esas ilusiones que el hombre anhela: derribar las barreras, los obstáculos y los baches que impiden la armonía y la felicidad.

A las 21:15 horas de este viernes el tiempo obligó a la capital a suprimir de la realidad el Foro Sol, que se apagó y se centró en las imágenes plasmadas sobre los más de 400 ladrillos de la legendaria pared del disco lanzado en 1979.

El escenario comenzó a poblarse con ocho personas que cargaban el estandarte rojo de "The Wall", cuya magnificencia se engrandeció con la serie de pirotecnia roja que iluminó el cielo y presentó al mítico Waters.

El músico y compositor británico de 68 años salió vestido totalmente de negro, con una chaqueta de cuero y la mirada cubierta con lentes oscuros.

A su salida, el escenario proyectó las acciones del escenario en alta definición y con ellas "In the flesh?".

El silencio se atormentó con el sonido de las metralletas que surcaban el cielo y cuya víctima fue un avión que salió disparado del ala derecha del recinto y se estrelló sobre el muro. El último vuelo del pájaro había sucedido.

Acto seguido los ladrillos homenajearon con fotografias a las víctimas perdidas en conflictos bélicos, desde la Segunda Guerra Mundial con la imagen del padre de Roger, hasta la foto del hijo fallecido del poeta Javie Sicilia.

La sangre, grafittis de protesta y la leyenda "Stop Wars" acompañaron "Thin Ice". Uno de los momentos más esperados de la noche llegó cuando el recinto se iluminó de carmín:

"Another brick in the wall part 1 y 2", hizo que las 50 mil mentes se unieran al mensaje del británico. Del cielo bajó el "Profesor", una marioneta que fue señalada por el grupo de niños de los colectivos Marabunta y Barrio Activo que acompañaron el concepto.

Foto: Toni François
Los niños tienen la razón: "Fear builds walls".
"Me gustan los niños, por eso quiero dedicar este concierto a todos los que ya no están con nosotros: los desaparecidos y caídos por el narcotráfico, y a las mujeres y niñas de Juárez. Nos unimos a su ausencia", dijo el músico para alzar aún más su protesta mundial.

Los latidos, las voces, la entrega y la paranoia construyeron el significado de cada ladrillo que conformaron un muro donde las balas encontraban su destino y las cámaras de vigilancia señalaban a los prófugos, que sólo eran culpables por unirse al amor proclamado por Waters.

"Mother", "Goodbye blue sky" y la secuencia de "Empty spaces", siguieron clavándose en la imaginación de los reunidos en el lugar. Lo propio hicieron "Young lust", "One of my turns", Another brick in the wall part 3" y "Goodbye cruel world", que selló el espacio que separaba al rockero del público. El intermedio había llegado.

Durante los 20 minutos de pausa, el muro reflejó las fotografías de personas caídas en las guerras en Irak, Afganistán, Irán y hasta a los desaparecidas del 11 de Septiembre de 2001.

Con cada ladrillo en su lugar, sin un hueco penetrable regresó el frenesí con "Hey you" y "Nobody home", en la cual la roca dejó su fuerte cohesión y liberó un cuarto de motel para la interpretación del mítico tema.

Para "Comfortably numb", los ladrillos dibujados por los proyectores se derrumbaron y el músico británico se entregó. Sin embargo, lo mejor del "show" estaba por venir.

Dicen que los sueños se cumplirán cuando los cerdos vuelen y así lo hizo Waters, quien soltó un puerco volador que surcó los aires del Foro Sol con mensajes y protestas en su superficie: "The show must go on", "In the flesh"´ y "Run like hell".

Como toda leyenda lo mejor se dejó para el final con "Waiting for the worms" y "Stop", que dieron cabida a un templo, una gran plancha visual en la que se realizó la tan esperada Marcha de los Martillos. Asimismo, "The trial", proyectó fragmentos del filme de 1982.

Al final "Outside the wall", derrumbó el muro en mil pedazos y vio a Roger decir adiós. El sueño había terminado; sin embargo, el mensaje ha quedado dentro de los corazones de 50 mil espectadores que seguirán en el trance y anhelarán un mundo mejor.

"Gracias, México", fueron las última palabras de la leyenda del rock progresivo; "Gracias a tí", replicaron los aplausos y gritos que retumbaron por toda la capital. Una nueva historia y un nuevo muro se ha derrumbado en el Distrito Federal.

viernes, 20 de abril de 2012

Anthrax México 2012

by: rebelcore

La noche de este miércoles el José Cuervo Salón se convirtió en una sucursal del infierno dominada por más de tres mil demonios que se rindieron ante la brutalidad instrumental de la leyenda del thrash metal, Anthrax.

El escenario fue destrozado y no fue para menos, ya que el quinteto neoyorquino le brindó 15 temas a sus seguidores que abarrotaron el José Cuervo Salón para acabar con un ayuno de siete años sin la "infección" musical de la agrupación. 

El regreso de Joey Belladona a las vocales y la presentación en vivo de su más reciente disco Worship music , fueron los elementos necesarios para que la esencia del thrash metal regresara al territorio mexicano. 

Desde las 17:00 horas miles de representantes de la vieja escuela y la nueva sangre del metal, ataviados con playeras del grupo, el clásico chaleco de mezclilla parchado y luciendo largas cabelleras, reclamaron el recinto de Polanco para revivir las glorias de la década de los 80 y 90. 

El día era de Anthrax y nadie más, así que los fans hicieron de la fila un lugar hostil para los asistentes que portaban camisetas de Slayer, Megadeth y Metallica; sin embargo, siempre guardando la cordura y manteniendo un buen ambiente. 

El encargado de abrir el portal del inframundo fue la banda Shadows Fall, que a pesar de algunas rechiflas, entregó todo su poder en voz de Brian Fair. Step outside the circle , Fire from the sky , y The unknow , fueron algunas de sus rolas. 

Posteriormente, pasadas las 21:30 horas el gran momento de la noche llegó: Belladona, Scott Ian, Rob Caggiano, Frank Bello y la adición de Gene Hoglan (Testament) se presentaron ante su ejercito con Earth on hell , la cual incendió la atmósfera y provocó los primeros "headbangs" de la noche. 

Sin dar tregua alguna, el quinteto llamó a "luchar hasta el final" con Fight 'em till you can't ; los puños se alzaron e hicieron cimbrar a los neoyorquinos, quienes no dudaron en recompensar a su público por su valor. 

Así, con los primeros acordes de Caught in a mosh llegó una tempestad que no cedió hasta el final; en el centro, cientos de asistentes formaron el "circle of death" , que no se extinguió hasta la despedida de la banda. 

El torbellino de riffs, redobles y la voz de Belladona siguieron prendiendo fuego con Antisocial , The devil you know e Indians , una de las favoritas de los thrasheros, quienes adornaron la interpretación con una bomba de humo rojo que iluminó el entorno. 

El vocalista, quien vistió una playera de su banda, se mostró sorprendido por la enjundia y el incansable ímpetu mostrado en los fans. 

Esto también provocó que Ian, dijera: "México, los llevo en mi corazón. ¡Están locos! Y eso hace falta ver en algunas ocasiones" . 

In the end y Got the time , bajaron las revoluciones lo suficiente para volver a sacar la furia con Deathrider , Medusa , Among the living , Be all, end all y Madhouse , la locura perfecta para provocar el "encore" de la noche. 

Para terminar de dominar la tierra, Anthrax se alimentó de la energía restante de sus "demonios" , quienes sucumbieron ante el infierno que provocaron Metal thrashing mad y I'm the law, las cuales culminaron con una noche en la que el thrash metal demostró que nunca morirá. 

NTX/JSG