Como parte de su gira promocional, el que fuera líder de la legendaria banda Caifanes ofreció un viaje sonoro a sus fans en el primero de los dos conciertos programados para la capital mexicana, en donde interpretó los nuevos y viejos temas que lo han consagrado como un icono del rock nacional.
El escenario lució con seis columnas y una parrilla con tubos de luz halógena, los cuales brindaron una atmósfera íntima, complementados por varios estrobos que prendían y apagaban al son de la batería y las guitarras.
Por el recinto desfiló una mezcla generacional ansiosa de ver al legendario músico, quien sin mucho rodeo pisó el escenario pasadas las 21:00 horas para comenzar la velada con su primer sencillo "Molecular" y "Bruja caníbal".
Las primeras dos melodías fueron una muestra de lo que se avecinaba: Una noche llena de nuevas canciones, así como éxitos clásicos que lo consagraron con la banda Jaguares, durante la primera mitad de los 90 y el comienzo del nuevo siglo.
"Bienvenidos a este espectro sónico llamado ‘Remando’, quiero invitarlos a un gran musical donde vamos a destruir unas canciones y a proponer un nuevo curso", fueron las primeras palabras de Hernández, quien se mantuvo en constante comunicación con su público.
"Llévame a tu sol" fue prácticamente cantada de principio a fin por los fervientes seguidores, lo cual sorprendió al cantante debido a que su disco recién salió al mercado y aún no cumple un mes de su lanzamiento. "Menos mal que ya se la saben", dijo.
La motivación llegó para él, quien de inmediato dedicó la canción "Voy a hablarle al mundo" a todos los paisanos que se encuentran en Estados Unidos e invitó a que regresen a su madre patria para ayudar al crecimiento de ella.
El repertorio continuó con "Será mañana", "Un mal sueño" y "Balcón", los cuales invitaron a toda la raza a cantar sin cesar y disfrutar de la travesía capitaneada por el intérprete, quien materializó a sus seguidores en una sola voz con la canción "Manos de cristal", dedicada a su esposa Julia Adams.
Acto seguido, comenzó una parte de homenajes musicales, en la cual Saúl Hernández entonó a tambor batiente "Hallelujah", "Lucha de gigantes", "La maza" y "María de mis alquimias", en honor a Leonard Cohen, Octavio Vega y Eugenio Toussaint; Silvio Rodríguez y Guillermo Briseño, de manera respectiva.
"Damos por terminado este pasaje, entonces vámonos a otro lugar", expresó el compositor para continuar con las rolas de su autoría como "Remando" y "Quiero saberlo todo"; sin embargo, el público se prendió cuando retrocedió en el tiempo con el tema "Como tú", que fue cantado con emotividad por todos los presentes.
Con esa remembranza, las sorpresas se incrementaron con "Kaliman" y "Detrás de los cerros", esta última detonó totalmente las voces de los fans, emitiendo miles de decibeles que sucumbieron en el remo llevado por el cantautor, líder de Jaguares.
"Entre tus jardines" y "Acechándote" siguieron la excursión sonora que frenó por primera vez en la noche y despidió al cantante junto con sus músicos, en medio de una ovación estruendosa.
El regreso triunfal se vio detenido por un anuncio hecho por el vocalista, quien informó de su participación en una campaña en pro de los derechos humanos, que presentará el próximo 6 julio en compañía de Lydia Cacho y Julieta Venegas.
Posteriormente, las canciones "Las ratas no tienen alas" y "Voy a beberme el mar" finalizaron el primer "show" a través de un viaje por la imaginación y la lírica propuesta por uno de los máximos exponentes del rock mexicano, quien se despidió muy agradecido: "Gracias por todo. ¡Que Dios te bendiga raza!".
NTX/JSG