sábado, 28 de mayo de 2011

SAÚL HERNÁNDEZ EN EL LUNARIO

México, 28 May. (Notimex).- El cantante mexicano Saúl Hernández "remó" contra viento y marea la noche de este viernes para lograr su objetivo en el Lunario del Auditorio Nacional de la Ciudad de México y lo logró, al abarrotar el recinto en el que presentó su disco como solista "Remando".

Como parte de su gira promocional, el que fuera líder de la legendaria banda Caifanes ofreció un viaje sonoro a sus fans en el primero de los dos conciertos programados para la capital mexicana, en donde interpretó los nuevos y viejos temas que lo han consagrado como un icono del rock nacional.

El escenario lució con seis columnas y una parrilla con tubos de luz halógena, los cuales brindaron una atmósfera íntima, complementados por varios estrobos que prendían y apagaban al son de la batería y las guitarras.

Por el recinto desfiló una mezcla generacional ansiosa de ver al legendario músico, quien sin mucho rodeo pisó el escenario pasadas las 21:00 horas para comenzar la velada con su primer sencillo "Molecular" y "Bruja caníbal".

Las primeras dos melodías fueron una muestra de lo que se avecinaba: Una noche llena de nuevas canciones, así como éxitos clásicos que lo consagraron con la banda Jaguares, durante la primera mitad de los 90 y el comienzo del nuevo siglo.

"Bienvenidos a este espectro sónico llamado ‘Remando’, quiero invitarlos a un gran musical donde vamos a destruir unas canciones y a proponer un nuevo curso", fueron las primeras palabras de Hernández, quien se mantuvo en constante comunicación con su público.

"Llévame a tu sol" fue prácticamente cantada de principio a fin por los fervientes seguidores, lo cual sorprendió al cantante debido a que su disco recién salió al mercado y aún no cumple un mes de su lanzamiento. "Menos mal que ya se la saben", dijo.

La motivación llegó para él, quien de inmediato dedicó la canción "Voy a hablarle al mundo" a todos los paisanos que se encuentran en Estados Unidos e invitó a que regresen a su madre patria para ayudar al crecimiento de ella.

El repertorio continuó con "Será mañana", "Un mal sueño" y "Balcón", los cuales invitaron a toda la raza a cantar sin cesar y disfrutar de la travesía capitaneada por el intérprete, quien materializó a sus seguidores en una sola voz con la canción "Manos de cristal", dedicada a su esposa Julia Adams.

Acto seguido, comenzó una parte de homenajes musicales, en la cual Saúl Hernández entonó a tambor batiente "Hallelujah", "Lucha de gigantes", "La maza" y "María de mis alquimias", en honor a Leonard Cohen, Octavio Vega y Eugenio Toussaint; Silvio Rodríguez y Guillermo Briseño, de manera respectiva.

"Damos por terminado este pasaje, entonces vámonos a otro lugar", expresó el compositor para continuar con las rolas de su autoría como "Remando" y "Quiero saberlo todo"; sin embargo, el público se prendió cuando retrocedió en el tiempo con el tema "Como tú", que fue cantado con emotividad por todos los presentes.

Con esa remembranza, las sorpresas se incrementaron con "Kaliman" y "Detrás de los cerros", esta última detonó totalmente las voces de los fans, emitiendo miles de decibeles que sucumbieron en el remo llevado por el cantautor, líder de Jaguares.

"Entre tus jardines" y "Acechándote" siguieron la excursión sonora que frenó por primera vez en la noche y despidió al cantante junto con sus músicos, en medio de una ovación estruendosa.

El regreso triunfal se vio detenido por un anuncio hecho por el vocalista, quien informó de su participación en una campaña en pro de los derechos humanos, que presentará el próximo 6 julio en compañía de Lydia Cacho y Julieta Venegas.

Posteriormente, las canciones "Las ratas no tienen alas" y "Voy a beberme el mar" finalizaron el primer "show" a través de un viaje por la imaginación y la lírica propuesta por uno de los máximos exponentes del rock mexicano, quien se despidió muy agradecido: "Gracias por todo. ¡Que Dios te bendiga raza!".

NTX/JSG

viernes, 27 de mayo de 2011

Rammstein en México 2011

México, 27 May. (Notimex).- En un auténtico infierno se convirtió la Ciudad de México la noche de este jueves cuando el grupo alemán Rammstein ofreció su primera presentación en la que fundió los cimientos del Palacio de los Deportes e incendió el ánimo de sus fans.

Tras una respuesta favorable en 2010, los alemanes decidieron regresar este año para deleitar a sus fieles seguidores aztecas con un "show" totalmente diferente y acompañado de su producción europea, en la cual destacan los sorprendentes fuegos pirotécnicos y las diversas herramientas empleadas en el escenario.

El metro y las vías de acceso al Domo de Cobre fueron invadidas totalmente desde una hora antes del recital por parte de los asistentes, quienes orgullosos y eufóricos portaban la playera de la banda, lucían vestuario similar al de sus ídolos e incluso traían el pelo pintado de plateado al igual que el vocalista Till Lindemann.

Para las 21:00 horas, el calor se hizo presente en el recinto, mismo que aumentó con la entrada de la música introductora, la cual descubrió un escenario negro que fue escarbado con dos picos y fundido con un soplete, creando una entrada para la banda alemana que inmediatamente desató la emoción del público.

"Rammlied", fue el primer tema entonado por Rammstein, quienes vistieron el escenario como una mina e iluminaron la noche con un juego de luces que se conjugaban con la fuerza de los instrumentos.

Vapores, fuego y un ambiente sombrío se vivió la noche pasada, cuando miles de capitalinos abarrotaron el Palacio de los Deportes y continuaron cantando los temas "Bückstabü" y "Waidmann".

De inmediato, una serie de llamas iluminaron el fondo del escenario mientras sonaban las canciones "Keine lust" y "Weisses fleisch", esta ultima inició el tremendo performance del tecladista Christian "Flake" Lorenz, quien bailó de manera extraña por el entarimado para deleite de sus fans.

El averno lució a su máximo esplendor cuando la iluminación dio atmósfera para la interpretación de "Feuer frei", uno de los éxitos más coreados de la noche y ovacionado, ya que en medio de la actuación, el vocalista y los guitarristas lucieron unos bozales, con los cuales escupieron fuego durante la interpretación.

Acto seguido, una luz celestial se centró sobre el cantante, quien en medio de un fonógrafo y una lámpara disminuyó las revoluciones con "Weiner blut"; sin embargo, los motores se calentaron cuando un grupo de muñecos con láser verdes, descendió por los aires y explotaron de manera repentina.

"Frühling in Paris" culminó con el ambiente cavernario y dio la bienvenida a una estructura metálica que simulaba una fábrica que continuaría con la temática sombría planteada por los protagonistas de la noche.

Una nube de vapor inundó el cielo del lugar y el calor emitido por las llamas del "show" comenzó a derretir los cuerpos de los asistentes, quienes continuaron el fervor nocturno con "Ich tu mier weh", donde Lindemann subió a los cielos del lugar por medio de una plataforma y arrojó una serie de material caliente que simuló la muerte de su tecladista, "Flake".

El misterio del acto rondó por la mente de los asistente, quienes atentos observaron el resurgir de Lorenz vestido con un traje de brillantes, lo que provocó una marea de aplausos que se silenciaron para dar entrada a los temas "Du riechst so gut" y "Benzin", donde apareció una bomba de gasolina que incendió a un "intruso".

"Links 2,3,4" continuó con la velada en la cual Rammstein dirigió a la marcha de sus hormigas; sin embargo, el Domo de Cobre cimbró por completo cuando los asistentes se unieron en una sola voz para interpretar el éxito de la banda "Du hast".

"Pussy" continuó con la súper producción de la noche por medio de una bomba disfrazada de pene, la cual disparó espuma a todos los presentes en la parte de abajo. Posteriormente, en medio de la euforia los integrantes se despidieron por primera vez en la noche.

La parte final se avecinaba y los teutones regresaron para complacer a sus fans con "Sonne" y "Haisfisch", en la cual de nueva cuenta "Flake" emprendió un viaje en una balsa por el mar de brazos humanos que lo transportaron de un lado a otro, mientras ondeaba una bandera alemana y una mexicana.

"Ich will" volvió a despedir a la banda, la cual fue exigida de nueva cuenta por los capitalinos por medio de la porra, "¡Olé, Olé Olé, Rammstein, Rammstein!, pocos segundos después, el vocalista vistió una alas plateadas que escupían fuego para recitar la canción "Engel".

Finalmente, el averno se concretó cuando los germanos cerraron su actuación con la canción "Te quiero puta", la cual fue cantada con fuerza por los miles de asistentes, que se sometieron a las llamas infernales de Rammstein que dominó con su rock y su espectáculo a la capital del país.

NTX/JSG

sábado, 21 de mayo de 2011

TV ON THE RADIO EN MÉXICO

México, 21 May. (Notimex).- El intenso calor y la fuerza escénica de TV on The Radio se conjugaron la noche de este viernes durante el exitoso concierto que ofreció la banda estadunidense ante el público de la Ciudad de México, al que presentó los temas de su nuevo disco "Nine types of light".

El Centro Cultural Estación Indianilla fue el foro encargado de recibir por primera vez a la alineación, que deleitó a sus fans capitalinos con un recital íntimo organizado por una conocida marca de cerveza nacional.

Aun cuando el "show" se retrasó una hora, los más de mil 400 asistentes toleraron la tardanza gracias a la venta de playeras de la agrupación y de cerveza, la cual fue ofrecida en vasos oficiales del concierto para calmar la sed y mitigar el intenso calor.

Para las 22:00 horas apareció Rey Pila, proyecto del ex integrante de Los Dynamite, Diego Solórzano, quien se dio el tiempo para agradecer la oportunidad de abrir el concierto de una gran banda como TV on The Radio.

Mediante siete temas, entre los que destacaron "Sordo" y "Pictures at the sun", los teloneros ofrecieron una buena actuación ante el público que los acompañó moviendo el cuerpo al ritmo de su propuesta musical y los despidió con un fuerte aplauso.

Treinta minutos después la agrupación estelar apareció y con ella la euforia, que se desató con los primeros acordes de "Halfway home" y "Caffeinated consciousness", temas que abrieron la velada en la capital.

"Hace calor mucho aquí", dijo el vocalista Tunde Adebimpe, quien se llevó la noche gracias a su fuerza en el escenario y su excelente matiz de voz con el cual continuó el dominio del espectáculo con "Wrong way".

"¿Todo está bien?", preguntó al público que no paraba de saltar, cantar y sudar por el calor que desató la aparición de sus ídolos, quienes interpretaron "Blues from down here", tema de su tercer disco "Return to cookie mountain".

De inmediato, "Will do", uno de los temas más coreados de la noche, puso a bailar y cantar a los fans, quienes continuaron con la adrenalina a tope a través de "Province", "Red dress", "Crying" y "Young liars".

La recta final parecía llegar cuando el quinteto comenzó a agradecer el cariño y la respuesta del público; sin embargo, continuó el "show" con "Staring at the sun", "Repetition" y evidentemente "Wolf like me", sin duda la canción más esperada de la noche y con la que se despidieron por primera vez en medio de una gran ovación.

Con los ánimos a lo que daban, los asistentes no pararon de exigir el regreso de los originarios de Brooklyn, Nueva York, quienes ofrecieron un intenso regreso al compás de "Dancing choose" y el "cover" de "Ghostbusters", una sorpresa preparada para la gente que se dio cita en el foro de la colonia Doctores, que la recibió con emoción.

Finalmente, Tunde Adebimpe, Kyp Malone, David Andrew Sitek y Jaleel Bunton, integrantes originales y el bajista que sustituyó al recién fallecido Gerard Smith, se despidieron con las canciones "DLZ" y "Sattelite", que cimbraron el foro que albergó la propuesta de TV on The Radio.

NTX/JSG

sábado, 14 de mayo de 2011

ALL TIME LOW MÉXICO

México, 14 May. (Notimex).- El punk de la banda estadunidense All Time Low se apoderó de las instalaciones del Vive Cuervo Salón, donde miles de jóvenes saltaron y cantaron sin cesar los éxitos de sus cuatro discos de estudio.

Aunque el foro que albergó la primer visita de los originarios de Baltimore, Maryland, a territorio mexicano, no lució a su máxima capacidad como en otras ocasiones, los congregados sacaron la adrenalina suficiente para hacer sentir a los rockeros como en casa.

La noche empezó con la actuación de la banda mexicana Lipstick, que a pesar de la incesante aclamación de los presentes por ver a los intérpretes estelares, expuso su propuesta musical sin contratiempos ante los adolescentes que se contagiaron por la velocidad de su ritmo.

Aunque el calor se hizo presente de manera abrumadora, los asistentes, empapados de sudor y eufóricos por la próxima salida de la banda de punk, comenzaron a corear con júbilo y desesperación "¡All Time Low!, ¡All Time Low!, ¡All Time Low!".

Para las 21:30 horas, las peticiones se hicieron realidad con el arribo al escenario del cuarteto, que abrió la noche con "Timebomb", tema de su cuarta edición, "Dirty work", que verá la luz el próximo siete de junio.

"Damned if I do ya (Damned if I don't)", continuó el ansiado debut de los músicos en el entarimado azteca, que de inmediato se vio invadido por decenas de brasieres arrojados por las fanáticas de la capital y una Bandera mexicana con el nombre de la banda.

Las reacciones no se hicieron esperar y el vocalista Alex Gaskarth dijo: "Buenas noches México. Ustedes están locos, no creí ver tanta emoción en ustedes. Gracias por el apoyo y por hacer este concierto realidad. A todas las chicas que nos aventaron estos regalitos, ¡queremos ver boobies!".

"Stella", "Jasey Rae" y "Coffeeshop soundtrack" continuaron el recital, el cual ya tenía una decoración más íntima, pues los sostenes arrojados fueron colgados por el guitarrista Jack Barakat y el bajista Zack Merrick, en sus respectivos micrófonos.

"Esta noche debe ser una gran fiesta y por lo visto les gusta bailar mucho", comentó el cantante para prender la noche con "I feel like dancing", primer sencillo de su nueva placa discográfica.

Mientras el sudor y la euforia corría por los chicos, quienes orgullosos vestían las playeras con el nombre de la agrupación, las canciones, "Sick little games", "Break your little heart" y "Poppin’ champagne", continuaron el viaje musical.

"Lost in stereo" cimbró la plancha del recinto debido a los saltos agresivos por parte de los fans, que inmediatamente después se emocionaron cuando el cantante dijo: "Es una locura esta noche, están llenos de energía, por eso prometemos que regresaremos muy pronto para dar otro concierto".

Con una guitarra acústica y completamente solitario, Gaskarth, interpretó una versión corta de "Teenage dream", "cover" de la cantante de pop Katy Perry, que fue coreado y aplaudido fuertemente. En un ambiente íntimo y melancólico, continuaron las piezas "Remembering sunday" y "Therapy", que disminuyeron las revoluciones y despidió a los rockeros del entarimado.

El calor de la noche se hizo infernal, cuando el cuarteto finalizó su "show" con los clásicos, "Weightless" y "Dear Maria, count me in", que desgarraron las voces del respetable y fundieron las energías para dar fin a una noche en la que el punk dominó la capital del país y provocó la desnudez femenina.

NTX/JSG

jueves, 12 de mayo de 2011

FOALS EN MÉXICO

México, 12 May. (Notimex).- Sólo 90 minutos bastaron para que los ritmos acelerados de la banda británica Foals convirtiera al Vive Cuervo Salón, de la Ciudad de México, en una gran pista de baile al ritmo de rock, donde miles de jóvenes disfrutaron los "hits" de sus dos materiales discográficos.

Aunque en la capital se llevó a cabo el mítico concierto de la banda irlandesa U2, el recinto ubicado en la delegación Miguel Hidalgo registró un lleno total en sus dos niveles, y albergó con éxito la segunda visita de los europeos a este país.

Para las 20:30 horas, el grupo mexicano Vicente Gayo calentó los motores en el foro, el cual aún no completaba su capacidad; sin embargo, los jóvenes reunidos en el interior saltaron y corearon los seis temas interpretados por los rockeros, quienes repartieron algunas sonajas al público para amenizar su actuación.

Previo a la función principal, los asistentes, en su mayoría adolescentes y jóvenes, quienes lucieron ropa y cabello similares a la de los británicos, poco a poco llenaron la plancha y el segundo piso del lugar, al tiempo que exigían, mediante silbidos y gritos, la presentación de sus ídolos.

Pasadas las 21:30 horas, los originarios de Oxford, Reino Unido, pisaron el escenario e iniciaron la velada con "Blue blood", tema que a pesar de ser lento desató el fervor en los miles de fanáticos congregados en el sitio.

De inmediato el recinto se convirtió en una gran pista de baile, gracias a los intrépidos ritmos entonados en "Olympic airways", una de las canciones más coreadas por el respetable.

Aunque la comunicación con el público fue escasa, el vocalista dijo que estaba contento y feliz por haber regresado a México, donde el año pasado el grupo fue bien recibido, en el marco del Festival Corona Capital, que marcó su debut en los escenarios nacionales.

De esta manera, sin muchas palabras y una gran energía en su "show", la agrupación continuó la velada con "Total live forever", "Cassius", "Balloons", "Miami", "Afterglow" y "Black gold", melodías que para ese momento convirtieron el concierto en un tipo "rave", apoyado por el dinámico juego de luces de colores y estrobos.

Las revoluciones bajaron con "Spanish Sahara", no así las gargantas del público que no paró de entonar la letra de la canción con evidente emotividad, por lo que se convirtió en una de las canciones más esperadas de su actuación.

"Red socks pugie" y "Electric bloom" desataron la euforia y la adrenalina, cuando el vocalista Yannis Philippakis se bajó del escenario y caminó entre sus seguidores; posteriormente, ya arriba del entarimado, el cantante tomó vuelo y saltó al mar de gente, que agradeció el gesto con gritos y aplausos, para despedirlos por primera vez.

Para la recta final, la fiesta continuó en grande con los temas "The french open" y "Hummer", que dieron paso a un prolongado final protagonizado por "Two stops, twice", canción que cerró con éxito y fervor la segunda visita a México de la alineación completada por Jack Bevan, Jimmy Smith, Edwin Congreave y Walter Gervers

NTX/JSG

jueves, 5 de mayo de 2011

The Cult en el Teatro Metropólitan.

México, 5 May. (Notimex).- En una noche llena de rock y emotividad se presentó la banda británica The Cult, que ofreció un concierto inolvidable en el teatro Metropólitan de la Ciudad de México, donde demostró que la música de los 80 continúa vigente.

Pese al gran número de butacas vacías por los altos precios del boletaje, los británicos se presentaron con éxito en la capital del país para interpretar sus nuevos discos Capsule I y II y los hits que conforman su extensa discografía.

Pasadas las 20:00 horas, el grupo mexicano Efecto Eco salió al escenario para entonar cuatro canciones al público que aún era una minoría y el cual se encontraba disperso por las butacas del recinto.

“Es uno honor estar aquí en el teatro Metropólitan. Gracias por darnos la oportunidad de abrir a The Cult, es el mejor día de nuestras vidas”, concluyó la alineación local después de su breve actuación.

Posterior a la presentación de los mexicanos, la gente continuaba llegando al foro; sin embargo, los huecos entre el público de las filas de adelante y atrás eran enormes, por lo que se tomó la decisión de juntar a todos los presentes en la parte de enfrente para poder apreciar con más entusiasmo el espectáculo.

Cerca de las 21:30 horas las luces se apagaron y el escenario se iluminó de verde junto con el fondo que presentó una calavera, emblema de la banda, que ocupó sus lugares respectivos para abrir la noche con E.M.A.W.I.A.S.

De inmediato llegó el primer clásico de la década de los años 80 con Rain, con el cual los jóvenes y los de la generación pasada soltaron sus energías para saltar, corear el tema y agitar sus cabelleras con fuerza e ímpetu.

“Muchas gracias muchachas y muchachos”, fueron las primeras palabras del vocalista, Ian Astbury, quien antes de interpretar SSS, recibió una chamarra hecha por un fan, a quien recompensó con un pandero, que fue usado durante la mayor parte de las canciones.

Los gritos y la euforia continuaron cuando el cantante se dirigió a los fanáticos: “Estamos contentos de estar en este bello país, en especial en esta ciudad llena de arte y revolución. Actualmente Estados Unidos está dividido, pero ustedes Latinoamérica, son uno mismo”, fueron las palabras que desataron el frenesí de la gente.

White, Saints are down, Dirty little rock star y Nirvana, continuaron con los guitarrazos y los redobles de la noche, para después proyectar un cortometraje conceptual de tres minutos acerca de los indios americanos, que introdujo el tema Ghost dance.

Antes de continuar el show, Astbury tomó el micrófono y dijo: “Estamos apenados porque este concierto fue muy caro, no estuvo en nosotros, pero prometemos que nuestro próximo concierto en México será gratis, recuérdenos en Facebook, es una promesa”, aseguró el vocalista, para continuar con el rock.

Embers, War y Go west fueron las piezas que entonaron antes de que se volara un amplificador debido a la intensidad y agresividad de las notas musicales de la noche, lo cual no impidió que continuaran los rockeros.

Acto seguido, los temas Wild flower, She sells sanctuary y Love removal machine, clásicos que colocaron a The Cult como el resurrector del hard rock en el Reino Unido, fueron coreados de principio a fin por el público que los despidió por primera vez en la velada con una fuerte ovación.

El regreso de los británicos estuvo lleno de poder y fuerza al interpretar Rise y Spiritwalker, con los cuales los asistentes se unieron en un solo aplauso y alzaron con júbilo sus manos con la señal del rock and roll, al tiempo que movían agresivamente su cabellera.

“Para despedirnos muchachos, una canción más, muy especial ya que es una sorpresa que traemos para ustedes”, dijo Astbury, quien interpretó Break on through, cover de la banda estadunidense The Doors, que concluyó la exitosa presentación del quinteto originario de Bradford, Reino Unido, en tierra azteca.