sábado, 1 de octubre de 2011

JUDAS PRIEST MÉXICO 2011

México, 1 Oct (Notimex).- Los "Dioses del Metal", Judas Priest, desafiaron y "rompieron las leyes" de la capital, durante el concierto que ofrecieron en el Palacio de los Deportes como parte de su "Epitaph world tour", que logró convocar a más de 19 mil "heavymetalmaniacos" con ansias de "aliviar su dolor".

No hubo excusa para faltar a una de las citas más importantes del año, pues esta será la última vez que los "Sacerdotes", provenientes de Gran Bretaña, destrocen los escenarios a nivel mundial, y para Rob Halford, México fue una parada obligatoria, ya que alberga a los fanáticos más apasionados y dedicados de todo el planeta.

Desde temprana hora, tres generaciones desfilaron por las inmediaciones del recinto ubicado en avenida Churubusco, en la capital del país, ataviadas con las clásicas playeras del "British steel" y "Hell bent for leather.

Mientras, se hundían en la incertidumbre de la capacidad vocal de Halford, quien más adelante despejaría todas las dudas al respecto, ensordeciendo a los "feligreses" de la última fila.

El "Domo de Cobre" sufrió las consecuencias sonoras pasadas las 19:30 horas, cuando hizo su aparición el telonero de lujo Whitesnake, que comenzó a desatar pasiones, a pesar de que el recinto apenas lucía a la mitad de su capacidad.

Acompañados de una manta negra, con el símbolo de la agrupación encabezada por David Coverdale arrancó el festín instrumental con "Best years", "Give me all your love", "Love ain´t no stranger" y "Is this love", canciones que fueron interpretadas con fervor por el vocalista, quien dominó el escenario al estilo de los 80.

"Muchachos y muchachas, ¡salud!, ¿cómo están?", fueron las primeras palabras del cantante, quien gracias a su estilo arrancó los primeros aplausos de la velada, que continuó con "Steal your heart away" y "Forevermore", incluidos en su más reciente producción discográfica.


Uno de los momentos más emotivos de la presentación, y con el recinto a punto de reventar, se vivió cuando Doug Aldrich y Reb Beach protagonizaron un duelo de guitarras.

Ambos desvanecieron e hicieron suya la noche mediante los "riffs" emitidos por las liras. además de abrir paso a un solo de batería en manos de Brian Tichy, quien con baquetas y hasta con las palmas de sus manos provocó placer para todos los melómanos presentes.

Antes de retirarse del escenario, ya con la gente a sus pies, Whitesnake cerró su telón de lujo bajo las notas y líricas de "Love will set you free", "Here i go again" y "Still of the night play".

Posteriormente, el entarimado se convirtió en una aduana de acero y llena de cadenas, territorio por el cual desfilarían los más de 10 cambios de vestuario de Haldford, las portadas de sus discos más importantes como "Rocka rolla", "British steel", "Turbo" y "Angel of destruction", que estarían acompañadas por una lluvia de láser, fuego y gases, elementos dignos de un espectáculo de Judas Priest.

La misa, que también conmemoró los 40 años de la banda, arrancó violentamente a las 21:30 horas, por medio de "Rapid fire" y "Metal gods", las cuales comenzaron a derretir la estructura cobriza por medio de seis lanzallamas que iluminaron la presencia de los jerarcas del metal.

"¡Hola México!, Priest está de regreso. Bienvenidos heavymetalmaniacos. ¿Están listos?", preguntó el legendario cantante, quien continuó predicando su palabra mediante la potencia de "Heading out to the highway", "Judas rising" y "Starbreaker".

Las expectativas que rondaban alrededor de la voz de Rob comenzaron a superarse; sin embargo, su prueba de fuego aún tardaría.

Mientras tanto, desfiló con sus gabardinas largas, negras y adornadas con estoperoles y picos al compás de "Victim of changes", "Never satisfied" y la adaptación del grupo de la canción "Diamonds & rust", de Joan Baez.

Sin tregua alguna, el intérprete regresó al escenario vestido con una capa enorme, encapuchado y cargando un tridente con el icono histórico de la banda, elementos que hicieron aún más impactante el momento de "Nostradamus" y "Nightcrawler", una de las consentidas de los fanáticos.

Sin dejar de recordar la historia del grupo, Halford recordó que todos los subgéneros que han salido del metal provienen del rey de todos: el heavy metal, que continuó terminando con la armonía por medio de "Turbo lover", "Beyond the realms of death", "The sentinel" y "Blood red skies".

Uno de los momentos especiales de la noche llegó con el "cover" de Fleetwood Mac, "The green Manalishi (with the two pronged crown)"; sin embargo, al término las primeras notas de "Breaking the law" hicieron perder la cabeza del público, que se convirtió en un karaoke de 19 mil cabezas al interpretarla de principio a fin, sin la intervención vocal de Rob.

Ya con la adrenalina al máximo, Scott Travis tomó las riendas del "show" y guió a su rebaño por la senda de la perdición por medio de un solo de batería que culminó con la excelente ejecución de "Painkiller", canción que evidenció la voz magistral del histórico cantante de 60 años.

La recta final comenzó con el famoso encore, que sirvió para un regreso triunfal al ritmo de "Electric eye" y "Hell beather for leather", esta última convirtió el escenario en una autopista digna para la entrada de Haldford, montado en una moto roja, que siguió adornando el escenario durante "You´ve got another thing comin´".

El sermón concluyó y los predicadores completados por Glenn Tipton, Ian Hill y Richie Faulkner colocaron el "epitafio" en las letras de "Living after midnight", que los retiró por la puerta grande, mediante un concierto que quedará grabado en las mentes de sus testigos hasta el fin de los tiempos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

System of a Down México 2011

La banda californiana System of a Down "intoxicó" el Palacio de los Deportes anoche, cuando se presentó por primera vez en la capital mexicana como parte de su "Reunion Tour 2011".

Los músicos "intentaron construir una prisión" y lo lograron, con más de 15 mil "presos hipnotizados", durante los 120 minutos que duro su concierto, en el que los asistentes se salieron del sistema, y gritaron sin cesar los 29 temas entonados por el cuarteto, que este año celebra su reencuentro después de cinco años de ausencia de los escenarios.

Sin más preámbulos, el entarimado comenzó a retumbar a las 20:30 horas, desde la presentación de los rockeros locales del grupo Yokozuna, quienes pasaron la prueba de fuego al entretener a un público difícil con sus temas como "Slam y minifaldas" y "Salpícame", entre otros.

La euforia se desató al cubrir el escenario con una manta blanca que servía de fondo para enaltecer el nombre de la banda, que estaba por estrenarse ante su público mexicano, que en su mayoría creció con el álbum "Toxicity" y comenzó a proclamarse contra la injusticia mundial.

El momento esperado de la noche llegó en punto de las 21:30 horas, cuando la oscuridad reinó el lugar y se pudieron escuchar los primeros "riffs" de la velada, que se conjugaban con un juego de estrobos circulares y daban forma a la sombra de cada uno de los integrantes, quienes abrieron el concierto con "Prison song".

La violenta apertura encerró a todos en un limbo protestante que siguió su curso con "B.Y.O.B", "I-E-A-I-A-I-O" y "Needles", canciones que destrozaron la armonía nocturna y traspasaron la estructura metálica del recinto.

En voz de Serj Tankian y Daron Malakian. la agrupación se limitó a saludar con entusiasmo a sus fanático un par de veces; el agradecimiento continuó en la potencia de temas como "Deer dance", "Radio/video", "Hipnotize", "Question!" y "Suggestions", que dieron un recorrido por algunas de sus placas discográficas.

A mitad del concierto la locura invadió a los presentes, quienes desgarraron sus cuerdas vocales al entonar junto a los músicos "Psycho", "Chop suey", "Lonely days" y "Bounce", que además dieron entrada a una nueva escenografía que lucía un par de montañas nevadas.

Las revoluciones bajaron brevemente con "Lost in Hollywood"; sin embargo, el llamado "Domo de Cobre" continuó "fundiéndose" gracias a la intrépida ejecución de "Kill rock n roll", "Forest" y "Science".

Una tregua momentánea llegó con "Mind", "Innervision" y "Holy mountains", entre las cuales, Tankian, se dio tiempo para explicar a su público que "estoy cansado de la injusticia, de las guerras, del genocidio, éste mundo es para vivir en él; los amo México", palabras que fueron aplaudidas por la muchedumbre.

Las gargantas volvieron a encenderse con "Aerials", una de las rolas consentidas de los fans, que además, sirvió de previo para "Vicinity of obscenity", canción que fue una sorpresa para el auditorio, pues no forma parte de su repertorio común en sus giras.

Cuando todos esperaban el famoso "encore", el escenario tuvo como fondo la portada del primer disco homónimo y dio energía para continuar con "Tentative", "Cigaro", "Suite-Pee" y "War?".

La recta final llegó, no sin antes agradecer una vez más el apoyo por parte del público, que fue testigo de la última reserva del sistema en el poder de "Toxicity", "P.L.U.C.K" y "Sugar", letras que hicieron perder la cabeza a todos por medio del famoso "headbang".

En medio de una estruendosa ovación, los fans intoxicados despidieron a Serj Tankian, Daron Malakian, Shavo Odadjian y John Dolmayan, cuatro de los pocos defensores de la humanidad y sus derechos que hay en el mundo, y que alzan la voz por medio de las potentes ondas sonoras de su propuesta musical.

NTX/JSG

miércoles, 21 de septiembre de 2011

CAIFANES 2011

México, 21 de septiembre (Notimex).- La espera terminó y anoche más de mil 600 “dioses” capitalinos congregados en un foro de la Ciudad de México se rindieron a los pies de la mítica banda Caifanes, durante un concierto de ensueño, el cual quedará grabado en la memoria de sus seguidores hasta que sus almas lleguen “a donde no sale el sol”.

“¡Caifanes a tus pies raza!, ¡siempre!”, fueron las palabras de Saúl Hernández, que retribuyeron la sorprendente entrega del público que comenzó a desfilar eufórico a partir de las 20:00 horas y entre el cual destacó la presencia de los fieles fans del “Ritual del perro” y “Los aliados de tu reino”, quienes no dejaron de alentar durante los 130 minutos que duró el espectáculo.

Después de presentarse con éxito en el reciente Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, los iconos del rock mexicano realizaron un sólido reencuentro, con lo que demostraron que a pesar de sus 16 años de ausencia son una de las agrupaciones que sin duda formará parte de la historia nacional hasta el fin de los tiempos.

Chicago y San Diego fueron las primeras ciudades en Estados Unidos en vivir la gira del reencuentro.

En México, a las 21:30 horas de anoche en el escenario de El Plaza Condesa de la capital del país se vivió y recordó la letra de “Viento”, tema que detonó de inmediato las voces en el lugar y evidenció la reconciliación entre Alejandro Marcovich y Saúl Hernández.

Imparable, la banda continuó con “Negro cósmico” y al terminar dio paso para que Saúl diera las gracias a sus fieles fanáticos, viejos conocidos y nuevas generaciones que han crecido con su música: “Raza, esto es un milagro, gracias a ti estamos felices y contentos, rompiéndonos la ma… como siempre lo hemos hecho”.

“Para que no digas que no pienso en ti” siguió prendiendo la mecha en el templo. Al finalizar, Saúl retomó la palabra y resaltó que en tiempos difíciles hay que “tener coraje y vivir poca ma…”, para posteriormente interpretar “Miedo”.

“Nunca me voy a transformar en ti”, “La vida no es eterna” y “Te estoy mirando” siguieron el curso del tiempo y precedieron uno de los temas más esperados de la velada: “Aquí no es así”, que paralizó los corazones del público.

Pero a la segunda estrofa de esta canción, Saúl Hernández olvidó la letra y tuvo que comenzar de nuevo, acción que los presentes, lejos de reclamar, le agradeció y se le entregó con pasión.

A partir de ese momento la noche se tornó mágica, pues la lluvia de clásicos se dejó caer con “Cuéntame tu vida”, “Antes de que nos olviden”, “Ayer me dijo un ave” y “Sombras en tiempos perdidos”, este último cubrió de nostalgia el lugar que albergó miles de cuerpos moviéndose de un lado a otro.

Los inolvidables temas siguieron con “Mátenme porque me muero”, con el que Diego Herrera dio cátedra de su habilidad con el teclado; “Los dioses ocultos”, “Estás dormida”, “Amanece”, “El comunicador” y “Perdí mi ojo de venado”.

Con la multitud eufórica, la agrupación aprovechó para presentar a cada uno de los integrantes, quienes se llevaron una porra estruendosa con el típico toque pambolero que caracteriza las ovaciones mexicanas.

Acto seguido, Saúl dedicó el tema “Nos vamos juntos” a cada uno de sus compañeros de trabajo, quienes agradecieron el gesto con una potente interpretación que despidió por primera vez en la noche a la agrupación, en medio de un mar de aplausos, a los cuales el vocalista respondió hincándose para agradecer humildemente a su raza.

Sin más rodeos y dejándose querer por la gente, el quinteto ofreció una recta final digna de ser inmortalizada en los templos aztecas con “La negra Tomasa”, “Nubes”, “La célula que explota”, “Afuera” y “No dejes qué”, temas que latieron hasta en lo más profundo de la ciudad e hicieron perder el control de una muchedumbre que se rindió a los pies de los dioses Caifanes.

Con las caras llenas de sorpresa y satisfacción, los cinco líderes y fundadores Saúl Hernández, Alejandro Marcovich, Sabo Romo, Alfonso André y Diego Herrera se reencontraron exitosamente con sus seguidores de la capital, a quienes volverán a conquistar los próximos 1, 2, 4 y 5 de octubre, ahora en el Palacio de los Deportes.

NTX/JSG

sábado, 10 de septiembre de 2011

Entrevista con Everardo Gout


Por Jorge A. Santamaría González.


Como una carta de amor a México que ayuda a reflexionar la situación actual describe el cineasta Everardo Gout su película “Días de gracia”, quien considera este proyecto como una de las apuestas mas grandes que ha realizado junto con el equipo de trabajo.


“Hice esta película por mi país, por una ciudad en la que me siento orgulloso de vivir y en la que habitamos con el miedo de lo que sucede alrededor”, platicó el realizador en entrevista, durante una proyección especial de su filme en la sala THX de los Estudios Churubusco.


El director afirmó que uno de los principales puntos que toca en su trabajo es la reflexión de la sociedad a cerca de la realidad que se está viviendo, no solo en el Distrito Federal, sino en el país entero, respecto a los actos criminales, la corrupción, la prostitución y la imagen del cuerpo policíaco.

“Hay que abonarnos a la idea de encontrar la explicación que nos ayude entender el porque está sucediendo tanta criminalidad, porque se expanden los ejercicios de violencia; es labor de todos reflexionar como estamos creando estos focos que acabo de mencionar”, aseguró.


Además enfatizó que el uso contextual de los mundiales de futbol y la práctica boxística “representan el otro lado de la moneda. Es importante enseñar el deporte, porque a final de cuentas lo que planteo es que las cartas están sobre la mesa, y en función de ellas, uno decide como las quiere jugar”.


Respecto al tema de la corrupción en algunos agentes policiales, señaló en primera instancia que el no busca hablar mal de la policía, ya que el tiene cosas buenas que hablar de ellos debido a que le ofrecieron todo el poyo posible durante el rodaje del proyecto.


Sin embargo, puntualizó que, “los problemas en el cuerpo policial vienen de más arriba: la falta de recursos, capacitación, necesidad, cosas profundas que no se ven a la luz pública, son los principales motivos de que existan focos de corrupción”.


“Haciendo la investigación entreviste a un gran número de cadetes policíacos a quienes pregunte qué les motivaba a ser elemento de seguridad en una ciudad tan peligrosa, y ellos contestaron lo mismo que nosotros: la necesidad de tener una sociedad mejor”, agregó.


Acerca del rodaje dijo que fue un trabajo de 5 años, donde se afinaron cosas en el guión, se integraron los músicos e incluso resaltó la preparación de Tenoch Huerta (“Lupe Esparza”), quien, discretamente, se integró a la Academia de Policía para hacer su entrenamiento y realizar un papel extraordinario.


Destacó sobre la manera de filmación que en un principio, al ser un tema muy sobrio, se “implementó un ritmo muy ágil, energético, que atrape al espectador; en función de ese viaje complejo y visual vayan corriendo los mensajes a través de su mente, se involucre con la película y hasta muy después del final empiece a comentar los puntos que quería tocar”.


Acerca de su estreno en el pasado Festival de Cannes, dijo sentirse muy contento por los buenos comentarios que obtuvo del público del evento, el cual es muy difícil; sin embargo, cree que el éxito se dio debido a que “la gente está ávida de ver trabajos con sustancia coherente y que planteen las problemáticas de México”.


Gout agregó que: “hay que retar al espectador, mas no tomarlo por ingenuo. Esta película pide su atención, ya que lo hace partícipe de los hechos, no lo toma como un tonto. El filme expone una realidad y te dice como tratar de abordarla”.


Acerca de su próximo estreno en las carteleras mexicana, admitió que aún desconoce la situación de su incursión en las salas y que por el momento se realizan solo un par “screenings” especiales para que la gente que colaboró en el proyecto y los medios de comunicación lo conozcan.


“Días de gracia” es una largometraje, que durante 132 minutos, se sitúa en la Ciudad de México durante los mundiales de futbol de Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, para contar las historias de un “Lupe” (Tenoch Huerta), “Víctima X”(Carlos Bardem) y “Doroteo” (Kristian Ferrer), quienes se ven envueltos en una red de corrupción, violencia, venganza y supervivencia durante los 30 día de la justa mundialista.




sábado, 27 de agosto de 2011

Earth, Wind & Fire México 2011


México, 27 Ago. (Notimex)- El ambiente que imperaba en las discotecas de la década de los años 70 regresó anoche al Auditorio Nacional de la Ciudad de México, gracias a la colosal actuación de la banda estadunidense Earth, Wind & Fire.

Aun con la ausencia del vocalista fundador Maurice White, su hermano Verdine, así como Philip Bailey y Ralph Johnson, junto con otros nueve músicos revivieron los años de júbilo de una generación que, soñadora, lució sus mejores pasos al ritmo de los 21 temas que componen el 40th Anniversary World Tour.

Por los pasillos del recinto desfilaron en su mayoría veteranos de la música disco y jóvenes deseosos de vivir algunos minutos de lo que fue aquella época, en la que las luces y los atuendos extravagantes dominaron las noches de parranda en diferentes partes del mundo.

"Hubiera querido vivir esos tiempos", le dijo un joven a su padre, quien literalmente enloqueció en punto de las 20:40 horas, cuando la iluminación general del foro se extinguió y dio paso a un juego de luces multicolor que hizo lucir la presencia de los 12 músicos, mientras saltaban al escenario ataviados con trajes blancos, chalecos brillantes, pantalones acampanados y una amplia gama de instrumentos.

Sin hacer esperar más a su público impaciente, la agrupación desató de inmediato la energía mediante el ritmo de "Boogie wonderland", la cual no ofreció tregua alguna, ya que dio paso fugaz a "Sing a song", "Shining star" y "Getaway".

De inmediato "Júpiter" sirvió para que los demás músicos dieran cátedra de su talento, logrando resaltar el solo del saxofonista Gary Bias, quien cautivó y sorprendió a las más de 10 mil almas reunidas en el lugar y las cuales agradecieron la estupenda entonación abandonando sus asientos para brindar un fuerte aplauso.

"Todos las manos al aire", gritó Bailey, quien asombró y movió fibras a sus fanáticos con su estruendosa voz, que dio paso "Serpentine fire", "Sun goddess", "Kalimba story" y "Evil".

La feria instrumental continuó con "Brazilian rhyme", que al concluir brindó la oportunidad de presentar a cada uno de los 12 músicos sobre el entarimado del Auditorio Nacional, quienes agradecieron el apoyo de sus fieles durante esta celebración de los 40 años de trayectoria.

El romanticismo llegó con "That’s the way of the world", "Devotion", "Love’s holiday", "Can’t hide love" y "After love is gone", en esta última los tres músicos fundadores brindaron un ambiente más íntimo recitando toda la lírica sentados sobre unos bancos de madera.

"Reasons" y "Gog et you into my life", "cover" de The Beatles, abrieron la recta final de uno de los conciertos más emotivos que se han presentado durante este año en la capital mexicana.

Con las ansias de abandonar sus asientos después de disfrutar la intimidad propuesta por el funk y el soul, el público prácticamente perdió la cabeza y derrapó sus suelas por la pista de baile al ritmo de "Fantasy", que inició con un frenesí de ritmos setenteros.

Ya con los ánimos por los cielos, Earth, Wind & Fire compensó el apoyo recibido durante 120 minutos, con la interpretación de los clásicos "September", "Let’s groove" y "Mighty, mighty", en las cuales Verdine White fue víctima de la euforia y se despojó de su camisa, mientras que Johnson repartió sus baquetas entre el público.

"Los amamos Ciudad de México", concluyó Bailey junto a sus compañeros de banda, para rendirse a los pies de su auditorio, que tuvo la dicha de retroceder, en pleno siglo XXI, al tiempo de la música disco durante el primer concierto que los estadunidenses ofrecieron en la capital mexicana.

NTX/JSG

sábado, 9 de julio de 2011

Austin TV Teatro Metropólitan 2011

México, 9 Jul. (Notimex).- Como si fuera otra de las "últimas noches del mundo", Austin TV reunió a más de dos mil 200 "soldados" la noche de este viernes en el teatro Metropólitan, donde lanzó de manera oficial su nuevo disco "Caballeros del albedrío" y envió un mensaje de superación e igualdad.

Minutos antes del inicio del recital, algunos fans desfilaron por los pasillos del recinto ataviados con algunos de los trajes diseñados por la misma banda, entre los cuales destacaron el típico disfraz de conejo y la nueva máscara negra con luces en su contorno.

El escenario lució un fondo negro con unas tiras de proyección, dos pequeñas esculturas luminarias del nuevo símbolo de la banda y dos mantas amarillas con el nombre del grupo, así como la gran gama de instrumentos y "woofers", mismos que fueron dibujados en su contorno con una línea verde fosforescente.

"Crecí con ellos", fue el comentario más escuchado entre los asistentes, quienes recordaron con sentimiento el primer disco de la banda "La última noche del mundo".

Pero pasadas las 21:00 horas, una tuba acompañada de unos sonidos fúnebres anunciaron la noche de "Caballeros del albedrío", el cual es un disco doble ("Séeb" y "Hán") inspirado en la cinematografía.

Vestidos con una túnica negra y larga, y un espejo en el rostro, los cinco miembros de la formación musical salieron al escenario acompañados de Emmanuel "Meme" del Real (Café Tacvba), quien sólo lució un antifaz en el rostro para iniciar el frenesí instrumental con "Buscando al ejército".

"Despierta Wendy", siguió con la velada y su conclusión dio paso a las primeras palabras de la banda: "Es un placer vernos una vez más. Antes de seguir queremos darles las gracias a cada uno de ustedes por estar aquí, no tienen idea cuánto significa para nosotros, llevamos dos años haciendo este disco que hoy al fin tienen en sus manos", comentó Fando.

"Nadie está aquí, no hay nadie, no hay nada aquí" y "Aunque mi cerebro sonríe, mis labios no se mueven" continuaron la ola emocional provocada por los acordes emitidos desde las guitarras, los sonidos de los platillos y las mezclas sintetizadoras.

Las primeras notas de "Ella no me conoce" hicieron que el público se hundiera en un mar de nostalgia y acompañara con sus palmas toda la melodía, mientras recitaba las líneas del "sampler" tomadas de una película mexicana de los años 50, que terminó de explotar el sentimiento durante la noche.

Continuaron con "Olvidé decir adiós", y al final otra sorpresa en la noche ocurrió, cuando la agrupación hizo su propia versión del tema "Around the world", del dúo francés Daft Punk, al tiempo que en el fondo las tiras proyectaron una explosión multicolor que iluminó las figuras corporales de los espectadores mientras bailaban.

"Satéllite" y su "sampler" del filme "Fando y Liz" continuó invadiendo la mente de los fans. "Qué bien se siente estar de regreso al Metropólitan, vamos a hacer de esta noche una de las más importantes de nuestras vidas", manifestó Chio, para continuar con "Flores sobre las piedras" y "Lago de tierra".

Acto seguido, el entarimado se iluminó de amarillo y se cubrió con una gran nube de humo que brindó la atmósfera perfecta para entonar "Rucci", "Les choses son bizarres", de los primeras rolas de su carrera que despegó en 2001.

"KK vs MM" rindió tributo a "Karate kid" y "Marty McFly" ("Volver al futuro"); asimismo, "Dick Laurent está muerto", un homenaje al filme "Lost highway", del cineasta David Lynch, y en la cual participó con el saxofón Daniel Zlotnik, de Los Dorados.

"Roy Rogers" encendió la noche con sus acordes agresivos, mientras que "Hombre pánico" hizo aparecer a un grupo de enmascarados que representaron la transición del disco "Fontana bella" al "Caballeros del albedrío" por medio de un graffiti. Finalmente, "Marduk" despidió al grupo por primera vez en la noche.

Las porras y la ovación de los presentes animaron el regreso de los integrantes, quienes durante la velada vistieron un disfraz verde militar, botas y una máscara similar a un pasamontañas: "Los caballeros del albedrío", mismo con el que hicieron un regreso triunfal.

"Gracias a todos por hacer esta noche realidad. Nunca se rindan, si tienen un proyecto, termínenlo. Alcancen todas sus metas. Entre todos lo lograremos", comentó Fando, para inmediatamente después cerrar ante sus "caballeros" un magnífico recital en la capital al ritmo de "Thriller" (Michael Jackson) y "Shiva".



miércoles, 29 de junio de 2011

Interpol México 2011

México, 29 Jun. (Notimex).- Ante más de 15 mil seguidores la banda neoyorquina Interpol, conquistó el Palacio de los Deportes la noche de este martes, durante un viaje sonoro que presentó su álbum homónimo y sorprendió al público con los temas más importantes que forman su discografía.

A tan solo siete meses de su actuación en la pasada edición del festival Corona Capital, la banda estadunidense regresó a la Ciudad de México para ofrecer un recital con una mejor producción y un “setlist” completo, pues en palabras de Paul Banks, este país lo merecía porque tiene a los mejores fanáticos de todo el mundo.

La respuesta del público se hizo presente desde la temprana aparición en el escenario de la banda mexicana Rey Pila, proyecto del ex integrante de Los Dynamite, Diego Solórzano, que comenzó la velada con algunas de sus rolas más conocidas como “Sordo” y “No longer fun”.

De inmediato la emoción por ver al cuarteto estelar comenzó a transitar por el lugar; sin embargo, las gargantas tuvieron que resistir un rato más pues la segunda llamada antes de la gran carta la dio el dúo formado por Benjamin Curtis y Alejandra Dehesa, School of Seven Bells, que fue bien acogido por los desesperados fanáticos de Interpol a tal grado de despedir su actuación con un efusivo aplauso.

Tras la última banda telonera, ni una butaca vacia en las gradas y ningún hueco en la pista se vislumbró alrededor del lugar, cuya capacidad llegó al tope 30 minutos antes de la aparición de los estadunidenses, quienes prepararon un “show” inolvidable para la capital mexicana.

Un repentino apagón anunció el gran acto nocturno: “Gracias, buenas noches a todos”, fueron las primeras palabras de Paul Banks, quien evidenció un buen dominio del español debido a que residió una temporada en la Ciudad de México. Sin más que decir y en medio de una atmósfera roja y candente sonó “Success”, primera canción de su cuarto álbum en estudio “Interpol”.

Sin ningún aviso el frenesí y las palmas se soltaron cuando entonaron “Say hello to the angels” y “Narc”, las cuales cimbraron el Domo de Cobre debido a las más de 15 mil voces que se unieron para cantar estos dos temas que se desprenden de sus afamados discos “Turn on the bright lights” y “Antics”, respectivamente.

“Gracias esto se llamó ‘Barricade’”, dijo el vocalista tras tocar la canción presentada; sin rodeos siguió con “Rest my chemistry” y “The new” que provocaron una euforia emocional representada por los rostros de la gente, que con los ojos cerrados disfrutaba de los acordes suaves y la excelente voz del cantante.

“Es un gran placer estar aquí en México, ustedes son los mejores ‘fanes’ del mundo”, indicó Banks, quien desató un gran gritó por parte del público que se prolongó durante la interpretación de “C’mere”, la cual retumbo en cada rincón del sitio y que finalizó con una explosiva ovación.

“Lights” continuó con el sonido de su más reciente disco; pero la sorpresa comenzó cuando el cuarteto interpretó “Leif Erikson”, canción que sorprendió a todos los presentes, quienes agradecieron cantando con un profundo sentimiento.

“NYC”, “The Heinrich maneuver” y “Memory serves”, solo continuaron con la materialización sonora que impusieron desde el inicio del concierto; además dieron puerta a una de las canciones más ruidosas de la noche: “Slow hands”, la cual unió todas las voces en una sola durante sus tres minutos de duración y despidió al grupo por primera vez en la noche.

Cinco minutos después, la agrupación regresó al entarimado y en voz del cantante inglés se escuchó “gracias a Rey Pila y a nuestros amigos School of Seven Bells”, para de inmediato continuar su recital con “Take on a cruise”, “Evil” y “Not even jail”, esta última la cual hizo que muchos fans perdieran la cabeza y la mente en los instrumentos y la lírica de la canción.

Vestidos con pantalones, camisas y sacos de vestir color negro, el cuarteto bajó una vez más del escenario, pero esta vez, el vocalista tomó una bandera tricolor y se cubrió la espalda con ella, acto que agradeció el público con un enorme grito y un estruendoso aplauso.

Finalmente, Paul Banks, Daniel Kessler, Sam Fogarino y el bajista sutituto, Brad Truax, regresaron al escenario para culminar su obra con “The specialist” y uno de los temas que los vio consolidarse en 2002, “Obstacle 1”.

“Estoy todo sudado. Fue un honor, hasta la próxima”, fueron la últimas palabras del vocalista, quien junto a los demás miembros bajó triunfante del escenario tras más de 100 minutos de concierto y 20 canciones que se quedarán en la memoria de los capitalinos.

NTX/JSG

miércoles, 22 de junio de 2011

Slayer México 2011

México, 22 Jun (Notimex).- Bastaron 90 minutos para que el poder de la legendaria banda Slayer "pintara de sangre" y bañara de thrash metal anoche el Palacio de los Deportes, que lució abarrotado por miles de fanáticos que rugieron al compás del cuarteto.

Aun con la ausencia del guitarrista fundador Jeff Hanneman, su sustituto, Gary Holt (Exodus), se unió al grupo que destruyó la armonía nocturna con sus acordes y redobles agresivos que formaron parte de su "World Painted Blood Tour 2011", con el cual regresaron a la Ciudad de México tras cinco años de ausencia.

Horas antes a su aparición, distintas generaciones desfilaron por el metro y las calles aledañas vistiendo playeras negras con el nombre de la banda, mientras algunos otros jóvenes buscaban desesperados alguna entrada en la reventa, las cuales llegaban a triplicar su precio original.

"Esperé seis años para poder traer a mi hijo a escuchar a una de las bandas más importantes de la historia del metal", comentó el padre de un joven de 12 años quien ya sacudía su cabeza con violencia al ritmo de la banda telonera, Avatar, que ofreció una discreta actuación con temas como "Ancient cultures", "Let the dead plays" y "Rainmakers", entre otras.

Sin una producción extravagante, acompañados de dos pantallas colocadas en cada uno de los extremos del escenario y con una manta gigante que lució con vehemencia el nombre de la banda, Tom Araya y compañía salieron al escenario en medio de una densa nube de humo y una lluvia de luces rojas para abrir su concierto con los temas "World painted blood" y "Hate worldwide".

"Hola México, ¿Están listos?, ¿De verdad están listos?", fueron las primeras palabras del vocalista y bajista chileno, que declaró la guerra en el "Domo de Cobre" al ritmo frenético de "War ensamble", "Postmortem", "Temptation" y "Dittohead".

Ya con los ánimos encendidos y con el sudor escurriendo por los miles de cuerpos conglomerados en el recinto, los seguidores comenzaron a realizar el clásico "mosh pit" en distintas zonas de la pista mientras disfrutaban de la violencia impuesta por "Stain of mind", "Disciple", "Bloodline" y "Dead skin mask", esta última terminó por desgarrar al máximo las gargantas del público.

El infierno continuó con "Hallowed point" y "The antichrist"; sin embargo, el frenesí se detuvo cuando Araya preguntó "¿Les gusta la libertad?, ¿Ustedes se sienten libres?, pues estas canciones hablan sobre eso", e inmediatamente después explotó de nuevo con "Americon" y "Payback".

Sin ofrecer tregua, el espectáculo siguió fundiendo el lugar con "Mandatory suicide", "Chemical warfare", "Ghosts of war", "Seasons in the abyss" y "Snuff", canciones que despidieron por primera vez al cuarteto originario de Huntington Park, California.

Las marcas de guerra comenzaron a aparecer en los presentes; sin embargo, no fue motivo para bajar la guardia ante el espectacular regreso de la banda, que terminó de proclamar su reino con "South of heaven", "Raining blood" y "Angel of death", los cuales lucieron poderosos con los riffs emitidos por la guitarra de Kerry King.

Para las 23:00 horas, Slayer, conformada por Tom Araya, Kerry King, Dave Lombardo y Gary Holt, terminó de apoderarse de la capital del país, donde presentó su más reciente material discográfico "World painted blood" ante miles de mexicanos que se unieron al ejercito de uno de los cuatro grupos más grandes de la historia del thrash metal.

NTX/JSG


sábado, 11 de junio de 2011

"De tripas, cuajo y corazón" Botellita de Jerez en el Teatro de la Ciudad

México, 11 Jun. (Notimex). - Porque "el 10 de julio no se olvida" y el guacarrock nunca muere, la banda mexicana Botellita de Jerez se apoderó del Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris" la noche de este viernes, donde ofreció un prendido y nostálgico recital a sus viejos y jóvenes seguidores de la capital.

Muy pocas fueron las butacas que lucieron vacías en el recinto donde el trío de rock presentó con éxito y buen humor su espectáculo "De tripas, cuajo y corazón", que la banda organizó y calificó como "un homenaje por el 40 aniversario de los caídos el Jueves de Corpus".

Ante un gran número de asistentes que vistieron playeras con el logo gigante de la agrupación, los intérpretes hicieron acto de presencia pasadas las 20:00 horas, entre los aplausos de chicos y grandes quienes iniciaron de inmediato a mover sus cuerpos al ritmo de guacarrock.

Emocionados por la respuesta del público continuaron con "1,2,3 probando" y "Guarda mi corazón", posteriormente los iconos del rock mexicano durante la década de los 80, en voz de Armando Vega-Gil, declararon que el escenario y las butacas eran un mismo espacio y de inmediato un fan eufórico subió al micrófono y se atrevió a gritar el clásico "¡Goya!" de la UNAM.

Agradecidos por la respuesta, en medio de aplausos y gritos como, "¡Sergio hazme un hijo!", el grupo siguió con las remembranzas con las letras de "Saca!" y "Canción para un Armaño", la cual se dijeron contentos de entonar, pues "tenemos 13 años sin tocarla y esta vez la retomaremos porque es una noche especial".

"Tons qué mi reina ¿a qué hora sales al pan?" invitó a una serie de chicas a denunciar los piropos "guarros" que les gritan por la calle, entre los cuales destacó "Si tus pelos fueran lija, tendría la lengua plana", lo que desató las risas de los presentes y la ovación de los "botellitos", quienes terminaron de conectar con su auditorio.

Contra la violencia entonaron "La guerra en mi casa", seguida de "Soledad", de Sergio Arau, quien con sentimiento cantó su propia letra mientras una animación suya era proyectada en el fondo; inmediatamente se solidarizaron con los compatriotas migrantes al son de "¿Dónde está José?".

Las sorpresas comenzaron en la velada cuando salieron del entarimado Sergio Arau y Armando Vega-Gil y dieron entrada a los invitados de la noche Santiago Ojeda y el Sr. González, quienes formaron parte del grupo en 1988 tras la salida del "Uyuyuy".

El nuevo trío liderado por la voz del "Mastuerzo" continuó la velada en un ambiente más íntimo, propuesto por "Luna misteriosa" y "Niña de mis ojos", las cuales fueron cantadas con mucha pasión por la mayor parte del público, en especial el femenino.

"Oh Dennis" y "El adicto" continuaron la peculiar propuesta de los mexicanos, quienes continuaron su "show" con "De tripas, cuajo y corazón" dedicada a Eugenio Toussaint, Rockdrigo González, Salvador Ojeda, Jorge Reyes, Carlos Monsiváis y Rita Guerrero, fallecidos y ausentes a quienes recordaron al puro estilo del guacarrock.

El estilo y la prueba de que lo "naco es chido" se escuchó cuando el "Cucurrucucú" recitó el poema "Quiero darte un besito", que desató la risa de los presentes y simultáneamente dio entrada a las notas alocadas de "Charrock and roll".

El momento esperado de la noche se presentó cuando el trío se enmascaró e invitó a todos a recordar al épico y héroe citadino Santo El Enmascarado de Plata, de quien describieron sus hazañas en la vida real y el cine por medio del famoso "Guacarrock de El Santo", donde además invitaron a dos fanáticos con capucha a adornar su actuación.

"El guacarrock de la Malinche" y "El Tlalocman" parecían el último acto de veneración de los rockeros, quienes danzaron en el escenario al igual que sus antepasados con un penacho de colores, ayoyotes en los tobillos y unas maracas, sin dejar de lado el retumbante sonido emitido mediante unos cascos de caguamas.

Para cerrar el "Uyuyuy", el "Mastuerzo" y el "Cucurrucucú" tocaron "De fábula" y "Alarmala de tos", que los despidieron triunfantes la noche que demostraron que "lo naco es chido" mientras subsista su guacarrock. "Hasta la victoria siempre y recuerden el 10 de junio tampoco se olvida", concluyó Botellita de Jerez

NTX/JSG

sábado, 4 de junio de 2011

Nacho Vegas en México 2011

México, 3 Jun. (Notimex).- La intimidad y el romance con las letras iluminaron la noche de este viernes la presentación del cantautor español Nacho Vegas, quien enamoró a sus fervientes seguidores que se dieron cita en el teatro Metropólitan de la Ciudad de México.

Cerca de dos mil 900 asistentes se embarcaron en el viaje propuesto por el artista nacido en Gijón, quien tocó tierra mexicana para promocionar su más reciente material discográfico "La zona sucia".

Una lona con el retrato de una calle europea, acompañada de un juego de luces violetas, azules y rojas que brindaban un ambiente bohemio y recóndito, fue el escenario perfecto para que el cantante limpiara y abriera su zona en punto de las 21:00 horas con el tema "Cuando te canses de mí".

"íNacho, Nacho!", exclamó la gente al español, quien con una guitarra acústica en mano y acompañado del suave sonido de los teclados, las guitarras, la percusión y un acordeón continuó la velada con "Cosas que no hay que contar".

Vestido con un traje negro y bebiendo vino de una copa, Vegas emitió las primeras palabras de la noche: "Muchísimas gracias por estar esta noche aquí. Es un gusto estar de regreso en esta ciudad. Continuaremos con una canción que hice junto a Enrique Bunbury", lo que cual provocó que el público explotara de júbilo y cantara con pasión "Días extraños".

Para la siguiente canción tomó una guitarra eléctrica y de inmediato entonó "Reloj sin manecillas" y "Dry Martini, S.A.", esta última fue una de las que detonó los sentimientos del respetable, que acompañó con su voz la interpretación del español, mientras una esfera de luces blancas bañaba el recinto de la capital.

"Hablando de Marlén", "Maldición" y "Perplejidad" continuaron el romance con el público, que de inmediato disfrutó de "Canción de palacio", que en palabras de Vegas es "un himno popular socialista que solía cantarse en la comunidad de Asturias en 1934".

"Va a empezar a llover", "Me he perdido", "La gran broma final" y "Taberneros" lograron su objetivo y enamoraron a los fans, quienes cantaron y movieron sus brazos en el aire con un profundo sentimiento, imagen que se llevó el músico español para despedirse por primera vez en la noche.

El sitio se cimbró con las ondas sonoras emitidas por los presentes al grito de "íOlé, olé, olé, Nacho, Nacho!", el cual se prolongó durante unos minutos hasta que el artista regresó al escenario para interpretar "Un simple giro al destino", "cover" en castellano de la canción "Simple twist of fate", que rindió tributo al cantante Bob Dylan.

"Ahora es tiempo de tomarnos unos tequilas", dijo Vegas, quien procedió a cantar "El hombre que casi conoció a Michi Panero" y "Mercado de Sonora", las cuales provocaron una lluvia de emociones y unieron al foro en una sola voz energúmena, la cual no cesó hasta que el asturiano salió del entarimado por segunda vez.

No contento y con ganas de continuar "limpiando la zona", Nacho contó una historia que "sucedió hace muchos años. Es un suceso que no está registrado en España. Fue un día en el que se alinearon y descendieron los planetas. En ese tiempo la gente enloqueció y vieron llover muchas botellas de tequila.

"Hubo un terremoto inexplicable un 3 de junio de 1976 y lo más increíble es que ese día nació Abraham Boba", culminó el español, quien después de su relato se fundió en un abrazo con el festejado y la banda, y simultáneamente disfrutaron de un trago de tequila, mientras la gente entonó con entusiasmo "Las mañanitas" al tecladista.

Finalmente, Nacho Vegas culminó su actuación de manera enérgica con "Que te vaya bien, Miss Carrusel" y "Perdimos el control", piezas líricas que conquistaron e hicieron palpitar los corazones bohemios de los fans y que cerraron los 150 minutos de concierto ofrecidos por el cantautor en el recinto de la colonia Centro.

NTX/JSG

sábado, 28 de mayo de 2011

SAÚL HERNÁNDEZ EN EL LUNARIO

México, 28 May. (Notimex).- El cantante mexicano Saúl Hernández "remó" contra viento y marea la noche de este viernes para lograr su objetivo en el Lunario del Auditorio Nacional de la Ciudad de México y lo logró, al abarrotar el recinto en el que presentó su disco como solista "Remando".

Como parte de su gira promocional, el que fuera líder de la legendaria banda Caifanes ofreció un viaje sonoro a sus fans en el primero de los dos conciertos programados para la capital mexicana, en donde interpretó los nuevos y viejos temas que lo han consagrado como un icono del rock nacional.

El escenario lució con seis columnas y una parrilla con tubos de luz halógena, los cuales brindaron una atmósfera íntima, complementados por varios estrobos que prendían y apagaban al son de la batería y las guitarras.

Por el recinto desfiló una mezcla generacional ansiosa de ver al legendario músico, quien sin mucho rodeo pisó el escenario pasadas las 21:00 horas para comenzar la velada con su primer sencillo "Molecular" y "Bruja caníbal".

Las primeras dos melodías fueron una muestra de lo que se avecinaba: Una noche llena de nuevas canciones, así como éxitos clásicos que lo consagraron con la banda Jaguares, durante la primera mitad de los 90 y el comienzo del nuevo siglo.

"Bienvenidos a este espectro sónico llamado ‘Remando’, quiero invitarlos a un gran musical donde vamos a destruir unas canciones y a proponer un nuevo curso", fueron las primeras palabras de Hernández, quien se mantuvo en constante comunicación con su público.

"Llévame a tu sol" fue prácticamente cantada de principio a fin por los fervientes seguidores, lo cual sorprendió al cantante debido a que su disco recién salió al mercado y aún no cumple un mes de su lanzamiento. "Menos mal que ya se la saben", dijo.

La motivación llegó para él, quien de inmediato dedicó la canción "Voy a hablarle al mundo" a todos los paisanos que se encuentran en Estados Unidos e invitó a que regresen a su madre patria para ayudar al crecimiento de ella.

El repertorio continuó con "Será mañana", "Un mal sueño" y "Balcón", los cuales invitaron a toda la raza a cantar sin cesar y disfrutar de la travesía capitaneada por el intérprete, quien materializó a sus seguidores en una sola voz con la canción "Manos de cristal", dedicada a su esposa Julia Adams.

Acto seguido, comenzó una parte de homenajes musicales, en la cual Saúl Hernández entonó a tambor batiente "Hallelujah", "Lucha de gigantes", "La maza" y "María de mis alquimias", en honor a Leonard Cohen, Octavio Vega y Eugenio Toussaint; Silvio Rodríguez y Guillermo Briseño, de manera respectiva.

"Damos por terminado este pasaje, entonces vámonos a otro lugar", expresó el compositor para continuar con las rolas de su autoría como "Remando" y "Quiero saberlo todo"; sin embargo, el público se prendió cuando retrocedió en el tiempo con el tema "Como tú", que fue cantado con emotividad por todos los presentes.

Con esa remembranza, las sorpresas se incrementaron con "Kaliman" y "Detrás de los cerros", esta última detonó totalmente las voces de los fans, emitiendo miles de decibeles que sucumbieron en el remo llevado por el cantautor, líder de Jaguares.

"Entre tus jardines" y "Acechándote" siguieron la excursión sonora que frenó por primera vez en la noche y despidió al cantante junto con sus músicos, en medio de una ovación estruendosa.

El regreso triunfal se vio detenido por un anuncio hecho por el vocalista, quien informó de su participación en una campaña en pro de los derechos humanos, que presentará el próximo 6 julio en compañía de Lydia Cacho y Julieta Venegas.

Posteriormente, las canciones "Las ratas no tienen alas" y "Voy a beberme el mar" finalizaron el primer "show" a través de un viaje por la imaginación y la lírica propuesta por uno de los máximos exponentes del rock mexicano, quien se despidió muy agradecido: "Gracias por todo. ¡Que Dios te bendiga raza!".

NTX/JSG

viernes, 27 de mayo de 2011

Rammstein en México 2011

México, 27 May. (Notimex).- En un auténtico infierno se convirtió la Ciudad de México la noche de este jueves cuando el grupo alemán Rammstein ofreció su primera presentación en la que fundió los cimientos del Palacio de los Deportes e incendió el ánimo de sus fans.

Tras una respuesta favorable en 2010, los alemanes decidieron regresar este año para deleitar a sus fieles seguidores aztecas con un "show" totalmente diferente y acompañado de su producción europea, en la cual destacan los sorprendentes fuegos pirotécnicos y las diversas herramientas empleadas en el escenario.

El metro y las vías de acceso al Domo de Cobre fueron invadidas totalmente desde una hora antes del recital por parte de los asistentes, quienes orgullosos y eufóricos portaban la playera de la banda, lucían vestuario similar al de sus ídolos e incluso traían el pelo pintado de plateado al igual que el vocalista Till Lindemann.

Para las 21:00 horas, el calor se hizo presente en el recinto, mismo que aumentó con la entrada de la música introductora, la cual descubrió un escenario negro que fue escarbado con dos picos y fundido con un soplete, creando una entrada para la banda alemana que inmediatamente desató la emoción del público.

"Rammlied", fue el primer tema entonado por Rammstein, quienes vistieron el escenario como una mina e iluminaron la noche con un juego de luces que se conjugaban con la fuerza de los instrumentos.

Vapores, fuego y un ambiente sombrío se vivió la noche pasada, cuando miles de capitalinos abarrotaron el Palacio de los Deportes y continuaron cantando los temas "Bückstabü" y "Waidmann".

De inmediato, una serie de llamas iluminaron el fondo del escenario mientras sonaban las canciones "Keine lust" y "Weisses fleisch", esta ultima inició el tremendo performance del tecladista Christian "Flake" Lorenz, quien bailó de manera extraña por el entarimado para deleite de sus fans.

El averno lució a su máximo esplendor cuando la iluminación dio atmósfera para la interpretación de "Feuer frei", uno de los éxitos más coreados de la noche y ovacionado, ya que en medio de la actuación, el vocalista y los guitarristas lucieron unos bozales, con los cuales escupieron fuego durante la interpretación.

Acto seguido, una luz celestial se centró sobre el cantante, quien en medio de un fonógrafo y una lámpara disminuyó las revoluciones con "Weiner blut"; sin embargo, los motores se calentaron cuando un grupo de muñecos con láser verdes, descendió por los aires y explotaron de manera repentina.

"Frühling in Paris" culminó con el ambiente cavernario y dio la bienvenida a una estructura metálica que simulaba una fábrica que continuaría con la temática sombría planteada por los protagonistas de la noche.

Una nube de vapor inundó el cielo del lugar y el calor emitido por las llamas del "show" comenzó a derretir los cuerpos de los asistentes, quienes continuaron el fervor nocturno con "Ich tu mier weh", donde Lindemann subió a los cielos del lugar por medio de una plataforma y arrojó una serie de material caliente que simuló la muerte de su tecladista, "Flake".

El misterio del acto rondó por la mente de los asistente, quienes atentos observaron el resurgir de Lorenz vestido con un traje de brillantes, lo que provocó una marea de aplausos que se silenciaron para dar entrada a los temas "Du riechst so gut" y "Benzin", donde apareció una bomba de gasolina que incendió a un "intruso".

"Links 2,3,4" continuó con la velada en la cual Rammstein dirigió a la marcha de sus hormigas; sin embargo, el Domo de Cobre cimbró por completo cuando los asistentes se unieron en una sola voz para interpretar el éxito de la banda "Du hast".

"Pussy" continuó con la súper producción de la noche por medio de una bomba disfrazada de pene, la cual disparó espuma a todos los presentes en la parte de abajo. Posteriormente, en medio de la euforia los integrantes se despidieron por primera vez en la noche.

La parte final se avecinaba y los teutones regresaron para complacer a sus fans con "Sonne" y "Haisfisch", en la cual de nueva cuenta "Flake" emprendió un viaje en una balsa por el mar de brazos humanos que lo transportaron de un lado a otro, mientras ondeaba una bandera alemana y una mexicana.

"Ich will" volvió a despedir a la banda, la cual fue exigida de nueva cuenta por los capitalinos por medio de la porra, "¡Olé, Olé Olé, Rammstein, Rammstein!, pocos segundos después, el vocalista vistió una alas plateadas que escupían fuego para recitar la canción "Engel".

Finalmente, el averno se concretó cuando los germanos cerraron su actuación con la canción "Te quiero puta", la cual fue cantada con fuerza por los miles de asistentes, que se sometieron a las llamas infernales de Rammstein que dominó con su rock y su espectáculo a la capital del país.

NTX/JSG

sábado, 21 de mayo de 2011

TV ON THE RADIO EN MÉXICO

México, 21 May. (Notimex).- El intenso calor y la fuerza escénica de TV on The Radio se conjugaron la noche de este viernes durante el exitoso concierto que ofreció la banda estadunidense ante el público de la Ciudad de México, al que presentó los temas de su nuevo disco "Nine types of light".

El Centro Cultural Estación Indianilla fue el foro encargado de recibir por primera vez a la alineación, que deleitó a sus fans capitalinos con un recital íntimo organizado por una conocida marca de cerveza nacional.

Aun cuando el "show" se retrasó una hora, los más de mil 400 asistentes toleraron la tardanza gracias a la venta de playeras de la agrupación y de cerveza, la cual fue ofrecida en vasos oficiales del concierto para calmar la sed y mitigar el intenso calor.

Para las 22:00 horas apareció Rey Pila, proyecto del ex integrante de Los Dynamite, Diego Solórzano, quien se dio el tiempo para agradecer la oportunidad de abrir el concierto de una gran banda como TV on The Radio.

Mediante siete temas, entre los que destacaron "Sordo" y "Pictures at the sun", los teloneros ofrecieron una buena actuación ante el público que los acompañó moviendo el cuerpo al ritmo de su propuesta musical y los despidió con un fuerte aplauso.

Treinta minutos después la agrupación estelar apareció y con ella la euforia, que se desató con los primeros acordes de "Halfway home" y "Caffeinated consciousness", temas que abrieron la velada en la capital.

"Hace calor mucho aquí", dijo el vocalista Tunde Adebimpe, quien se llevó la noche gracias a su fuerza en el escenario y su excelente matiz de voz con el cual continuó el dominio del espectáculo con "Wrong way".

"¿Todo está bien?", preguntó al público que no paraba de saltar, cantar y sudar por el calor que desató la aparición de sus ídolos, quienes interpretaron "Blues from down here", tema de su tercer disco "Return to cookie mountain".

De inmediato, "Will do", uno de los temas más coreados de la noche, puso a bailar y cantar a los fans, quienes continuaron con la adrenalina a tope a través de "Province", "Red dress", "Crying" y "Young liars".

La recta final parecía llegar cuando el quinteto comenzó a agradecer el cariño y la respuesta del público; sin embargo, continuó el "show" con "Staring at the sun", "Repetition" y evidentemente "Wolf like me", sin duda la canción más esperada de la noche y con la que se despidieron por primera vez en medio de una gran ovación.

Con los ánimos a lo que daban, los asistentes no pararon de exigir el regreso de los originarios de Brooklyn, Nueva York, quienes ofrecieron un intenso regreso al compás de "Dancing choose" y el "cover" de "Ghostbusters", una sorpresa preparada para la gente que se dio cita en el foro de la colonia Doctores, que la recibió con emoción.

Finalmente, Tunde Adebimpe, Kyp Malone, David Andrew Sitek y Jaleel Bunton, integrantes originales y el bajista que sustituyó al recién fallecido Gerard Smith, se despidieron con las canciones "DLZ" y "Sattelite", que cimbraron el foro que albergó la propuesta de TV on The Radio.

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sábado, 14 de mayo de 2011

ALL TIME LOW MÉXICO

México, 14 May. (Notimex).- El punk de la banda estadunidense All Time Low se apoderó de las instalaciones del Vive Cuervo Salón, donde miles de jóvenes saltaron y cantaron sin cesar los éxitos de sus cuatro discos de estudio.

Aunque el foro que albergó la primer visita de los originarios de Baltimore, Maryland, a territorio mexicano, no lució a su máxima capacidad como en otras ocasiones, los congregados sacaron la adrenalina suficiente para hacer sentir a los rockeros como en casa.

La noche empezó con la actuación de la banda mexicana Lipstick, que a pesar de la incesante aclamación de los presentes por ver a los intérpretes estelares, expuso su propuesta musical sin contratiempos ante los adolescentes que se contagiaron por la velocidad de su ritmo.

Aunque el calor se hizo presente de manera abrumadora, los asistentes, empapados de sudor y eufóricos por la próxima salida de la banda de punk, comenzaron a corear con júbilo y desesperación "¡All Time Low!, ¡All Time Low!, ¡All Time Low!".

Para las 21:30 horas, las peticiones se hicieron realidad con el arribo al escenario del cuarteto, que abrió la noche con "Timebomb", tema de su cuarta edición, "Dirty work", que verá la luz el próximo siete de junio.

"Damned if I do ya (Damned if I don't)", continuó el ansiado debut de los músicos en el entarimado azteca, que de inmediato se vio invadido por decenas de brasieres arrojados por las fanáticas de la capital y una Bandera mexicana con el nombre de la banda.

Las reacciones no se hicieron esperar y el vocalista Alex Gaskarth dijo: "Buenas noches México. Ustedes están locos, no creí ver tanta emoción en ustedes. Gracias por el apoyo y por hacer este concierto realidad. A todas las chicas que nos aventaron estos regalitos, ¡queremos ver boobies!".

"Stella", "Jasey Rae" y "Coffeeshop soundtrack" continuaron el recital, el cual ya tenía una decoración más íntima, pues los sostenes arrojados fueron colgados por el guitarrista Jack Barakat y el bajista Zack Merrick, en sus respectivos micrófonos.

"Esta noche debe ser una gran fiesta y por lo visto les gusta bailar mucho", comentó el cantante para prender la noche con "I feel like dancing", primer sencillo de su nueva placa discográfica.

Mientras el sudor y la euforia corría por los chicos, quienes orgullosos vestían las playeras con el nombre de la agrupación, las canciones, "Sick little games", "Break your little heart" y "Poppin’ champagne", continuaron el viaje musical.

"Lost in stereo" cimbró la plancha del recinto debido a los saltos agresivos por parte de los fans, que inmediatamente después se emocionaron cuando el cantante dijo: "Es una locura esta noche, están llenos de energía, por eso prometemos que regresaremos muy pronto para dar otro concierto".

Con una guitarra acústica y completamente solitario, Gaskarth, interpretó una versión corta de "Teenage dream", "cover" de la cantante de pop Katy Perry, que fue coreado y aplaudido fuertemente. En un ambiente íntimo y melancólico, continuaron las piezas "Remembering sunday" y "Therapy", que disminuyeron las revoluciones y despidió a los rockeros del entarimado.

El calor de la noche se hizo infernal, cuando el cuarteto finalizó su "show" con los clásicos, "Weightless" y "Dear Maria, count me in", que desgarraron las voces del respetable y fundieron las energías para dar fin a una noche en la que el punk dominó la capital del país y provocó la desnudez femenina.

NTX/JSG