by: rebelcore
La noche de este miércoles el José Cuervo Salón se
convirtió en una sucursal del infierno dominada por más de tres mil
demonios que se rindieron ante la brutalidad instrumental de la leyenda
del thrash metal, Anthrax.
El escenario fue destrozado y no fue para menos, ya que el quinteto
neoyorquino le brindó 15 temas a sus seguidores que abarrotaron el José
Cuervo Salón para acabar con un ayuno de siete años sin la "infección"
musical de la agrupación.
El regreso de Joey Belladona a las vocales y la presentación en vivo de su más reciente disco Worship music , fueron los elementos necesarios para que la esencia del thrash metal regresara al territorio mexicano.
Desde las 17:00 horas miles de representantes de la vieja escuela y la
nueva sangre del metal, ataviados con playeras del grupo, el clásico
chaleco de mezclilla parchado y luciendo largas cabelleras, reclamaron
el recinto de Polanco para revivir las glorias de la década de los 80 y
90.
El día era de Anthrax y nadie más, así que los fans hicieron de la fila
un lugar hostil para los asistentes que portaban camisetas de Slayer,
Megadeth y Metallica; sin embargo, siempre guardando la cordura y
manteniendo un buen ambiente.
El encargado de abrir el portal del inframundo fue la banda Shadows Fall, que a pesar de algunas rechiflas, entregó todo su poder en voz de Brian Fair. Step outside the circle , Fire from the sky , y The unknow , fueron algunas de sus rolas.
Posteriormente, pasadas las 21:30 horas el gran momento de la noche
llegó: Belladona, Scott Ian, Rob Caggiano, Frank Bello y la adición de Gene Hoglan
(Testament) se presentaron ante su ejercito con Earth on hell , la cual incendió la atmósfera y provocó los primeros "headbangs" de la noche.
Sin dar tregua alguna, el quinteto llamó a "luchar hasta el final" con Fight 'em till you can't ; los puños se alzaron e hicieron cimbrar a los neoyorquinos, quienes no dudaron en recompensar a su público por su valor.
Así, con los primeros acordes de Caught in a mosh llegó una
tempestad que no cedió hasta el final; en el centro, cientos de
asistentes formaron el "circle of death" , que no se extinguió hasta la
despedida de la banda.
El torbellino de riffs, redobles y la voz de Belladona siguieron prendiendo fuego con Antisocial , The devil you know e Indians
, una de las favoritas de los thrasheros, quienes adornaron la
interpretación con una bomba de humo rojo que iluminó el entorno.
El vocalista, quien vistió una playera de su banda, se mostró
sorprendido por la enjundia y el incansable ímpetu mostrado en los fans.
Esto también provocó que Ian, dijera: "México, los llevo en mi corazón.
¡Están locos! Y eso hace falta ver en algunas ocasiones" .
In the end y Got the time , bajaron las revoluciones lo suficiente para volver a sacar la furia con Deathrider , Medusa , Among the living , Be all, end all y Madhouse , la locura perfecta para provocar el "encore" de la noche.
Para terminar de dominar la tierra, Anthrax se alimentó de la energía
restante de sus "demonios" , quienes sucumbieron ante el infierno que
provocaron Metal thrashing mad y I'm the law, las cuales culminaron con una noche en la que el thrash metal demostró que nunca morirá.
NTX/JSG
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