domingo, 15 de abril de 2012

Noel Gallagher's High Flying Birds 2012

By: Rebelcore
Noel Gallagher prometió un "show impresionante", pero logró más que eso, pues más de tres mil espectadores emprendieron un impresionante "vuelo", que durante 90 minutos los elevó de sus butacas del Teatro Metropólitan.

El 10 de julio será una fecha que los capitalinos nunca olvidarán, porque además de haber regresado al territorio después de tres años cinco meses, la leyenda del britpop y el rock inglés presentó su disco

 "Noel Gallaghers's high flying birds", cuyo repertorio hizo volar a toda una generación que asistió al recinto capitalino con la intención de recordar los sonidos musicales que invadieron la década de los 90 y presenciar en vivo, por primera vez en el país, los nuevos temas de su disco.

Desde muy temprana hora, los seguidores del mayor de los hermanos lo persiguieron: desde el hotel en el que se hospeda hasta su llegada al Metropólitan para el “soundcheck”; algunos afortunados consiguieron la tan anhelada rúbrica del británico, quien se tomó el tiempo para atender a todos.

"Oasis es una época. Noel y Liam han sido los hermanos musicales más controvertidos; sin embargo, en la banda, Noel siempre aportó el talento y hasta hoy en este proyecto lo ha demostrado", fue la opinión de un fan que cumplió el deseo de escuchar algunas canciones de la mítica banda en voz de Noel.

El grupo Los Daniels abrió la velada en el Metropólitan, pero su actuación pasó desapercibida, ya que la mayoría de los asistentes se dispuso a guardar la voz hasta la gran aparición del tambi`én fanático del Manchester City.

Así, con la puntualidad que los caracteriza, Noel y su banda pisaron el escenario para despegar junto a su público, quienes se pusieron de pie y fueron sorprendidos con “(It's good) to be free" y "Mucky fingers", ambas rolas originalmente interpretadas junto a Liam, Andy y Chris.

Las canciones del "High flyng birds" abrieron con "Everybody's on the run", originalmente la pieza que abre el disco que lo trajo de nuevo a México. Ataviado con jeans y chamarra negra, de la cual se despojo al sentir el intenso calor, continuó con “Dream on” e “If a had a gun”, ésta escrita durante la última gira sudamericana de su ex agrupación.

Su talento no necesitó de una impresionante producción, pues con sólo luces cálidas, estrobos y una pantalla que proyectó ondas de colores y fotografías de sus más recientes videos, provocó un trance en los espectadores.

"Buenas noches, es un honor volver a tocar en su país", dijo Noel, quien antes de continuar el viaje premió a un seguidor con su plumilla. "The good rebel", "The death of you and me", primer sencillo de su nueva placa y "Freak teeth" siguieron con el rock.

El regreso a la década pasada continuó con las versiones acústicas de "Supersonic" y "Talk tonight", una muestra del legado que sembró para el mundo musical junto a Liam. (I wanna live in a dream in my) record machine" y "AKA...what a life", volvieron a demostrar que la nueva música es producto de su indescriptible talento.

La noche era aún joven, así que Gallagher se entregó al máximo con “Soldier boys and Jesus freaks", "AKA...Broken arrow", "Half the world away" y “(Stranded on) the wrong beach", la cual despidió por primera vez a la banda del entarimado.

Ya interpretadas todas las canciones del "High flying birds", se vino un cierre de ensueño para todos los que crecieron con el cuarteto de Manchester. "Nos vemos mañana, y si no hasta pronto. Hasta luego México", fueron las últimas palabras de Gallagher.

El cierre fue el paraíso, un sueño del que cualquier amante del rock no quisiera despertar. "Whatever", fue una sorpresa bien recibida y que anticipó la ola nostálgica que se avecinó: "Little by little" no necesitó presentación, retumbó en todo el lugar; una canción del "Heathen Chemistry" regresó para nunca ser olvidada.

Quiza los más esperanzados esperaban "Wonderwall", una canción que llegó en 1995 para hacer historia, pero no, los fans esperaban algo más; sorpresas que los hicieran hacerse sentir afortunados de ser parte de una generación que pasó, pero que jamás será olvidada. Y así fue: "The importance of being idle" acabó con la armonía que dominaba, el público fue un coro que Noel agradeció y por eso dio un cierre memorable.

Antes de dejar el escenario, se enfundó su guitarra, miró a sus compañeros; la señal para despedirse con honores del lugar sonaron de las baquetas de Jeremy Stacey y empezó "Don´t look back in anger", una canción indescriptible en la historia de Oasis, parte del "(What's the story) Morning glory", himno de una época que se quedó sin voz al interpretar la canción hasta la última palabra.


 El sentimentalismo dominó los casi cinco minutos de duración y al final el público se rindió a los pies de Noel, quien se despidió "en hombros" y acarició la gloria que no le han dado los "Citizens" en años. Así culminó una noche en la capital para Noel Gallagher, quien se entregó a México y retrocedió en el tiempo a la década de 1990 y principios del siglo XXI.

Noel no cree que su talento sea el suficiente para ser el referente una era; sin embargo, demostró que la mitad del corazón de Oasis aún late en él, y, aunque se ve lejos la reconciliación con Liam, quien quiere olvidar su pasado con Beady Eye, México demostró que estará esperando el regreso de un legado musical de más de 18 años. "Hasta pronto a ti también, Noel".



 

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